El estado norteamericano de Georgia ejecutó con una inyección letal a un condenado por homicidio, luego de que la corte rechazara su pedido de enfrentar a un pelotón de fusilamiento.
Televisoras locales de este estado del sureste de Estados Unidos dijeron que el condenado J.W. Ledford, de 45 años, fue declarado muerto.
Su ejecución, por inyección letal, estaba programada originalmente para el martes al anochecer, pero fue pospuesta a la espera de una apelación de último minuto ante la Corte Suprema estadounidense, que fue rechazada.
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Ledford había permanecido en el corredor de la muerte durante un cuarto de siglo, tras el homicidio de un anciano vecino en 1992.
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Fue declarado culpable de asalto a mano armada y asesinato de su vecino Harry Johnston, de 73 años, cuya garganta fue cortada.
Los abogados de Ledford habían pedido que su cliente fuera fusilado, una inusual solicitud que fue rechazada el lunes por una corte, que estimó que se trataba de una táctica dilatoria.
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La junta estatal de indultos y libertad condicional de Georgia había rechazado una petición de indulgencia de Ledford.
Esta ejecución tuvo lugar menos de un mes después de que Arkansas ejecutara a cuatro condenados una misma semana antes de que expirara una de las drogas usadas en las inyecciones letales.
Arkansas planeaba ejecutar a ocho condenados en 11 días, lo que constituiría un récord, pero cuatro presos consiguieron aplazamientos.
Con información de AFP