Una decena de personas fueron detenidas en el desalojo por las autoridades de EE.UU. de un campamento construido hace casi un año por indígenas y ecologistas, para evitar la construcción en el estado de Dakota del Norte de un oleoducto, cuyo desarrollo relanzó con una orden ejecutiva el presidente Donald Trump.
Redacción El Político
Durante el desalojo este miércoles, la policía arrestó a diez personas que trataban de impedir el acceso de las autoridades al campamento, dijo el gobernador republicano del estado de Dakota del Norte, Doug Burgum, durante una rueda de prensa retransmitida por televisiones locales, reseñó Efe.
Las autoridades habían dado a los activistas un tiempo prudencial para abandonar el campamento “Dakota Access” porque comenzarán las labores de limpieza.
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Antes de la llegada de las autoridades, los activistas prendieron unos 20 fuegos a modo de “ceremonia de despedida” y, como consecuencia, un niño de siete años y una joven de 17 tuvieron que ser trasladados a un hospital de la ciudad de Bismarck debido a la gravedad de sus quemaduras, precisó Burgum.
El desalojo se produce después de que el pasado 7 de febrero Trump anunciara que estaba listo para permitir la construcción del oleoducto a través del río Misuri y el lago Oahe en Dakota del Norte, donde la tribu indígena Standing Rock Sioux llevaba meses protestando contra el proyecto.
Poco después de asumir el poder, el pasado 24 de enero, Trump firmó dos órdenes ejecutivas para relanzar la construcción de dos polémicos oleoductos, el Dakota Access y el Keystone XL, que habían sido rechazados por el anterior Gobierno ante la posibilidad de que se produjeran incidentes medioambientales.
El Dakota Access es un proyecto de 3.800 millones de dólares y 1.770 kilómetros, del que ya está construido el 90 %, que llevaría medio millón de barriles de petróleo al día desde los yacimientos bituminosos de Dakota del Norte a una infraestructura ya existente en Illinois.