El Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires anunció un proyecto para extender la jornada simple en todas las escuelas primarias y secundarias estatales porteñas. La iniciativa, que comenzó este año, ya está aplicando en 15 escuelas y en total sumarán 47 en septiembre. Está destinada a los alumnos que cursan 6° y 7° grado y 1º y 2º año. Son los cursos con las tasas más altas de repitencia y abandono: la propuesta oficial apunta ahora a mejorar esos indicadores y busca acompañar con mayor eficacia la transición de la primaria a la secundaria.
Las clases no son en el aula, sino en otros espacios. La jornada extendida suma, en promedio, 9 horas de clase por semana: 3 horas y 25 minutos más en primaria por día, y 2 horas y 45 minutos en secundaria, 3 días por semana. Dos de esos días, la enseñanza se traslada a clubes de barrio, parroquias, bibliotecas y centros culturales. El tercer día es en la escuela, pero en espacios no formales, como el patio o la biblioteca.
Con este plan, si se suman todas las horas extra que los chicos estarán en la escuela, equivale a 90 días más clase para primaria y 46 días para secundaria.
Un objetivo del proyecto es lograr una mayor flexibilidad en el uso de tiempos y espacios, al trabajar en sitios no tradicionales que posibiliten otras maneras de enseñar y de abordar los contenidos curriculares.
La ampliación del horario escolar es una de las deudas a nivel nacional. En ese contexto la Ciudad es uno de los distritos con más cobertura en este sentido (42,6%), mientras que el Conurbano es uno de los peores (ver infografía en página 5). Las desigualdades en el país son muy notorias (ver Una cobertura…). La Capital tiene una tasa 4 veces más alta de cobertura que el promedio del país (11%), según datos del Ministerio de Educación de la Nación.
El déficit de la jornada extendida fue una de las grandes asignaturas pendientes en la última década. Si bien hubo una inversión récord en el área educativa, eso no logró traducirse en mejor infraestructura y calidad de la enseñanza, según revelan todas las pruebas nacionales e internacionales como PISA.
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Más de 260 escuelas porteñas ya tienen jornada completa, lo que representa a 76.809 alumnos en esa modalidad. Para cubrir las horas que se abran a partir del avance de esta nueva iniciativa, el Ministerio de Educación porteño ampliará los horarios de algunos docentes que ya forman parte del sistema. Y al mismo tiempo contratará nuevos docentes con cargos transitorios; y, para trabajar las técnicas de estudio, se incorporará a “facilitadores pedagógicos” por medio de un convenio con la ONG Enseñá por Argentina.
“La jornada extendida es más escuela, no son talleres inconexos. La idea es que allí continúen los aprendizajes de la escuela, trabajando los contenidos curriculares con nuevas estrategias de enseñanza”, explicó en una entrevista con Clarín la ministra de Educación, Soledad Acuña (ver página 4). La jornada se desarrolla a través de 5 ejes pedagógicos: Tiempo y Estrategia para el Estudio; Lenguajes Expresivos; Lenguajes Artísticos; Cuerpo y movimiento; Ciencias, Matemática y Nuevas Tecnologías.
De estos ejes surgen 12 espacios educativos o “materias” (que no estarán incluidos en el boletín): Lectura, escritura y narración oral; Investigación en acción (metodología y técnicas de estudio); Actividades científicas; Programación; Deportes, danza y circo; Ajedrez; Teatro, Música y Plástica; Medios (para desarrollar el espíritu crítico y la comprensión lectora); Inglés en acción.
Además, estos espacios se complementan con salidas didácticas. Todas las actividades, a su vez, se coordinan con los contenidos trabajados en las materias tradicionales: en cada escuela, esa responsabilidad está a cargo de un coordinador que articula entre los docentes curriculares y los de la jornada extendida.
Además del aprendizaje de contenidos, en la jornada extendida se aspira a que los alumnos puedan desarrollar “competencias” y habilidades socioemocionales (perseverancia, sociabilidad, autoestima, etcétera). También se pretende aumentar los niveles de presentismo a través de una mayor motivación.
El ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, tambien impulsa esta misma iniciativa a nivel nacional. “Queremos extender la jornada escolar”, declaró la semana pasada durante una visita en Junín. “Creemos que no podemos avanzar en la incorporación de competencias y habilidades si no trabajemos más tiempo con los alumnos”, aseguró.
La meta del gobierno porteño es convertir las 189 escuelas primarias y las 104 secundarias de jornada simple en escuelas de jornada extendida para 2019. El jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, anunció este objetivo como uno de los 15 “compromisos públicos” de su gestión.
Hasta ahora, el proyecto se implementó en 12 primarias (alcanza a 1.100 alumnos de 6° grado) y en 3 secundarias (impacta en 15 divisiones de 1° año, con 440 alumnos). Entre lo que queda de agosto y septiembre se implementará en otras 18 primarias, lo que representa un promedio de 1.980 alumnos, y en 9 secundarias, con un promedio de 1.500 alumnos.
Algunos de los espacios donde ya está funcionando la jornada extendida son el Club Atlético Yupanqui, Club Juventud Unida de Soldati, Club Atlético San Lorenzo, Club Parque Patricios, CERC (Centro Educativo Ramón Carrillo), Parroquia Virgen de Fátima de Soldati y Polideportivo Villa 20.
Con información de Clarín