Así como las Sagradas Escrituras de la religión católica clasifican las formas de pecar como de palabra, obra y omisión, esta última constituye para el ejercicio de la libertad de expresión, una falta especialmente importante para el ejercicio de los derechos fundamentales del hombre; especialmente cuando se es una institución u organización cuya actividad fundamental es informar.
Omitir cierta naturaleza de información mientras se privilegia otra constituye sin duda un abuso, una falta ética.
En tiempos recientes hemos visto proliferar de forma preocupante la discriminación intencional de ciertos contenidos noticiosos motivados por un interés particular. Pero la cúspide de esta cuestionable práctica la hemos podido constatar tras la declaración pública de la plataforma informativa pública (sí, pagada con los impuestos de los contribuyentes) NPR.
En un comunicado el jueves pasado y en respuesta a críticas de algunos oyentes y lectores, un vocero de esta cadena afirmó que “no perdería tiempo” reportando sobre esta historia. Para ese momento no habían aún ocurrido las declaraciones del ex-socio de Biden, hijo mostrando evidencias respecto a un caso de tráfico de influencias con China, que involucraría al candidato demócrata pero al momento NPR tampoco se ha molestado en reportar sobre este nuevo giro.
Sería profundamente ingenuo pensar que un medio de comunicación sea químicamente puro, en tanto que no tenga alguna inclinación editorial, pero si algún medio debería al menos buscar ese equilibrio deseado, debería ser un medio público.
Callar no es la naturaleza del periodismo. NPR ha podido muy bien trabajar la noticia resaltando su presunta naturaleza intencionada o fabricada. El precedente de omitir en lugar de publicar bajo duda consciente es uno muy malo para el ejercicio de la libertad de expresión y se suma a la ya también preocupante actitud arbitral de las plataformas sociales que bloquean contenidos y usuarios en base a criterios de dudosa imparcialidad.
Hacemos votos para que tras los días de crispación que trae la gesta electoral, se dé una amplia conversación en la que se revise el rol de los medios tradicionales y nuevos, buscando retomar el equilibrio incluyendo la preservación del derecho de los ciudadanos a expresarse libremente también en las plataformas digitales.
ASM