Hoy y mañana son días de expectativas para el ámbito de la economía y las finanzas en Estados Unidos y Europa; expectativas que obvio, repercutirán en el resto del mundo. La Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE) tienen previsto dar a conocer las nuevas tasas de interés, o el congelamiento de las mismas.
Mario Beroes/El Político
Sin embargo, en el transcurso de la mañana el gobierno estadounidense publicará el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes de mayo, donde se espera una moderación hasta el 4,1% desde el 4,9% de abril. En cuanto al IPC subyacente, bajaría hasta el 5,3% desde el 5,5%.
Por qué es importante lo que haga la Fed
El progreso se ve incluso mejor sobre una base interanual, y se espera que el crecimiento del IPC se modere hasta el 4,1 % desde el 4,9 % de crecimiento en abril, marcando el nivel más bajo en más de dos años.
Excluyendo los alimentos y la energía, se espera que el IPC básico aumente un 0,4 % mensual, sin cambios con respecto a la tasa de abril, lo que demuestra cuán rígida puede ser la inflación .
Sobre una base interanual, se prevé que el IPC básico aumente un 5,3 %, por debajo del 5,5 % de abril.
Para tener en cuenta, los funcionarios de la Fed prefieren observar los gastos de consumo personal porque eso tiene en cuenta los cambios que hacen los consumidores en respuesta a precios más altos.
Por ejemplo, las personas pueden cambiar a productos de marca de la tienda en lugar de quedarse con marcas de mayor precio.
Mientras que el IPC mide los precios de una canasta de bienes establecida y es una métrica sólida en términos de categorías, el PCE mide lo que los consumidores realmente gastan.
Sin embargo, el informe del PCE de mayo no saldrá hasta el 30 de junio, lo que significa que la Fed no tendrá esos datos esta semana para incorporarlos a su visión de la economía estadounidense.
"Si la inflación en Estados Unidos sigue suavizándose, será menos probable que la Fed suba las tasas de interés en julio… aunque conviene no albergar demasiadas esperanzas", señalan los expertos de Bankinter.
La Fed "seguramente querrá ganar espacio de maniobra, subiendo algo más de lo necesario, porque así dispondrá de más margen cuando deba bajarlos", añade al portal español Bolsamanía.com.
El consenso espera que la Reserva Federal opte por no tocar los tipos en la reunión que empieza hoy y cuyas conclusiones se conocerán mañana. Al mismo tiempo, prevé que habrá otra subida de 25 puntos básicos en julio.
Los datos de inflación son clave y es bueno recordar que el IPC general bajó en abril una décima, al igual que la tasa subyacente.
Si no hay grandes sorpresas en el frente de los datos de inflación, la Reserva Federal debería mantener los tipos sin cambios en la reunión de política monetaria de esta semana.
La actividad de los futuros de los fondos de la Fed da actualmente más de un 73% de posibilidades de que no haya subida de tipos para este miércoles. Sin embargo, esto no significa que la Fed haya dejado de subir tipos.
Cualquiera que sea la pausa que veamos esta semana, vendrá acompañada de una declaración de línea dura y de la amenaza de que la Fed podría reanudar sus subidas de tipos en próximas reuniones.
Conclusión financiera
Los inversores se mantienen ahora mismo compradores porque nadie quiere perderse un nuevo repunte de los mercados bursátiles.
Sin embargo, nadie está seguro de que el repunte vaya a continuar, dado que la Fed ha subido tipos a una velocidad récord desde el año pasado, lo que ha provocado la quiebra de un par de bancos regionales estadounidenses por el camino.