Es, probablemente, la mujer más famosa de la industria de la moda italiana, una embajadora de excepción del Made in Italy
"Creo en el poder del cambio. Podemos construir un mundo mejor para nosotros y para los que vengan después estando unidos, trabajando juntos, aceptando que no somos iguales y que esas diferencias nos hacen ser quienes somos. Incluso con los gestos más pequeños contribuimos al cambio. Solo haciendo un frente común podemos alumbrar un futuro más brillante para todos. Acabamos de redescubrir la importancia de apoyarnos, de ser una comunidad. Rezo para que este sentido de unidad permanezca tras superar el virus." , dice la empresaria
Menuda y de apariencia frágil, Donatella Versace es una mujer de sólidas convicciones, enérgica y solidaria con muchas causas humanitarias desde hace años. En esta entrevista exclusiva para Mujerhoy habla sin tapujos sobre la crisis global y el futuro.
Mujerhoy ¿Está sola en casa o con sus hijos, Allegra y Daniel? ¿Todos están bien?
Donatella Versace Estoy sola en mi casa de Milán; Allegra y Daniel están cada uno en su casa. Estamos todos bien porque seguimos las restricciones que ha impuesto el Gobierno.
M.H. ¿Cómo está viviendo estos días tan difíciles?
D.V. Intento mantenerme positiva. Soy una mujer que siempre veo el vaso medio lleno y eso me ayuda en los momentos más difíciles de la vida. Nunca habíamos pasado por algo así antes, por lo que hay que vivir el día a día. Estoy muy preocupada por toda la gente que está trabajando incansablemente para mantener el país vivo, salvando miles de vidas y asegurando los servicios básicos. Creo que solo ahora hemos entendido la importancia que tienen todos ellos en nuestra sociedad. Hay auténticos héroes y tienen que ser reconocidos. Ahora en casa estoy investigando, hablo con mis amigos de todo el mundo para asegurarme de que están bien, hago ejercicio, leo, veo televisión… No podemos relacionarnos de la misma manera, pero somos muy afortunados porque podemos hacerlo desde la seguridad del hogar.
M.H. Usted y su hija Allegra han donado 200.000 € a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital San Raffaele de Milán. ¿Necesitamos apoyarnos ahora más que nunca?
D.V. ¡Absolutamente! El único resquicio de esperanza que encuentro en esta catástrofe es que ha sacado el sentido de comunidad de todos nosotros. Creo que nunca nos hemos sentido más unidos a pesar de la distancia social. Una persona sola, un país solo, no pueden hacer demasiado para ganar esta batalla. Solo venceremos haciendo frente común y ayudándonos unos a otros. No importa lo mucho o lo poco que puedas hacer, si donas dinero porque puedes o si ayudas siguiendo las normas… Todos aportamos y jugamos un papel decisivo en esta lucha.
M.H. Siempre le ha interesado la política y es una activista comprometida con diversas causas. ¿Cómo valora la respuesta que han dado los líderes políticos a esta crisis?
D.V. En primer lugar, esta emergencia es diferente a cualquier otra cosa que nos haya pasado antes. Nadie estaba preparado para esto. ¿Cómo lo iban a estar? Estoy muy orgullosa de cómo el Gobierno italiano ha reaccionado. A pesar de las ideas políticas de cada cual, hay que reconocer lo duro que tiene que ser para un gobernante sentir sobre sus espaldas el peso del bienestar de un país entero. Me reconforta ver que otros países están mirando ahora lo que han hecho Italia y China contra el virus. En Milán y en todo el país, el Gobierno ha impuesto medidas muy duras para frenar la expansión de un virus que muchos habían subestimado. Las medidas han sido cada vez más estrictas. El ejército y la policía velan para que estas restricciones se cumplan y ahora Milán parece una ciudad fantasma. Me siento muy orgullosa del Gobierno italiano por haberlas implantado.
M.H. ¿La Unión Europea está actuando de forma rápida y eficaz?
D.V. No quiero hablar más de política en estos momentos. No porque no tenga una opinión, sino porque es muy fácil juzgar y señalar con el dedo. Insisto, todos hemos subestimado el virus. Todos debimos actuar antes. Pero lo hecho, hecho está. No sirve de nada echar la vista atrás y pensar si deberíamos haber hecho esto o lo otro. Ahora lo importante es estar unidos, dejar de lado las necesidades de un solo país y hacer un frente conjunto para tomar decisiones comunes que marcarán nuestro futuro.
M.H. España sufre una situación similar a la de Italia. ¿Está al tanto de lo que sucede en nuestro país?
D.V. Tengo muchos amigos en España, pienso en ellos mucho y trato de ayudarlos tanto como puedo. Nadie está solo en esta guerra.
M.H. ¿Cree que esta crisis cambiará nuestra forma de ver la vida?
D.V. Si soy honesta, no tengo respuestas. Son las mismas preguntas que me hago a mí misma y que nos hacemos todos. Pero no seremos los mismos.. Y quizá es una oportunidad para cambiar cosas que no hacíamos bien antes… Quién sabe. Ahora hay demasiadas variables en juego para tener certezas.
M.H. ¿Está asustada? ¿Qué hace para combatir el miedo?
D.V. Soy positiva por naturaleza y siempre veo el vaso medio lleno. Dicho esto, sería inhumano no estar asustada. Me mantengo ocupada y pienso que hemos superado otros momentos muy difíciles.
M.H. ¿Ha pensado en cómo afectará esto a la industria de la moda?
D.V. Muchas cosas tendrán que mirarse desde una perspectiva diferente. La estacionalidad, el tamaño de las colecciones, cómo deberán ser… La moda es el espejo de la sociedad; y si la sociedad cambia, los deseos de la gente cambiarán. Los diseñadores estamos buscando ahora cuál debe ser la dirección correcta; quizá la moda será diferente para mejor. Pero no me parece apropiado hablar de moda cuando hay gente muriendo y arriesgando sus vidas, aunque la moda siempre nos ha ofrecido una manera de escapar de la realidad, una forma de soñar, una ayuda cuando todo alrededor parece hacerse añicos. Tengo muchos pensamientos contradictorios; lo estoy procesando todo, no tengo certezas…
M.H. Franceso Tombolini, presidente de la Cámara de Comercio de Italia, propone que las colecciones de verano se vendan en 2021. ¿Qué le parece esta iniciativa?
D.V. Ahora mismo es un hecho que el sector sufrirá mucho. Las fábricas y las tiendas están cerradas y no se produce nada. Cuando las tiendas vuelvan a abrir, por muchas novedades que introduzcamos, las colecciones que ahora están en las estanterías son las que habrá. Para ser sincera, me gusta la idea de ir más despacio con las temporadas; tener jerséis en los escaparates en invierno y bañadores en verano. Nos dará tiempo a investigar y crear cosas nuevas y especiales. Y estoy segura que la gente dirá: “Lo quiero”.
M.H. Usted está implicada en numerosas causas humanitarias. ¿Puede ser esta la oportunidad para conseguir una sociedad más justa?
D.V. Creo en el poder del cambio. Podemos construir un mundo mejor para nosotros y para los que vengan después estando unidos, trabajando juntos, aceptando que no somos iguales y que esas diferencias nos hacen ser quienes somos. Incluso con los gestos más pequeños contribuimos al cambio. Solo haciendo un frente común podemos alumbrar un futuro más brillante para todos. Acabamos de redescubrir la importancia de apoyarnos, de ser una comunidad. Rezo para que este sentido de unidad permanezca tras superar el virus.
por GERVASIO PÉREZ
8 ABR 2020