El presidente Donald Trump ha insistido este martes 30 de julio en que es «la persona menos racista del mundo», después de enredarse una vez más en otra controversia sobre ese tema, el más reciente donde involucra al representante demócrata Elijah Cummings, el reverendo Al Sharpton y a la ciudad de Baltimore.
El Político
El presidente dijo a los periodistas en el Ala Sur de la Casa Blanca que había sido inundado con cartas de apoyo y correos electrónicos de afroamericanos después de describir a Maryland como «un desastre asqueroso, infestado de ratas y roedores» donde «ningún ser humano querría vivir», durante el fin de semana, lo que provocó una reacción violenta que vio al reverendo Sharpton acusar a Trump de retener «un veneno particular para las personas de color».
El sábado, el presidente calificó el distrito de Cummings en Baltimore como «un desastre desagradable, infestado de ratas y roedores» donde «ningún ser humano querría vivir». «La comunidad afroamericana está muy agradecida», agregó Trump. «Me llamaron y me dijeron:» Finalmente, alguien está diciendo la verdad».
Trump afirmó que la ayuda federal a la ciudad ha sido «robada y desperdiciada por personas como Elijah Cummings«. No citó ninguna evidencia. La exalcaldesa de Baltimore, Catherine Pugh, renunció en mayo en medio de acusaciones de corrupción, pero no se ha mencionado a Cummings en relación con esa o cualquier otra investigación.
El presidente también sugirió que su ataque a Baltimore lo está ayudando políticamente en su intento de reelección. «Creo que me estoy ayudando a mí mismo porque estoy señalando la tremenda corrupción que ha tenido lugar en Baltimore y otras ciudades administradas por los demócratas», dijo Trump.
En las dos últimas semanas, Trump atacó a cuatro congresistas demócratas de color y a un destacado activista de los derechos civiles de minorías.
Sus ataques levantaron las críticas de que el mandatario promueve las divisiones raciales en Estados Unidos mientras apela a su base blanca de clase trabajadora ante las elecciones del próximo año.
Trump no ha mostrado ningún reparos en explotar políticamente los temas raciales y ha hecho de la identidad política blanca un elemento central de su estrategia para la reelección.
Fuente: Infobae