El Ministerio de Defensa busca mecanismos para donar parte de las 170 hectáreas del Cuartel Cayambe en Cuenca a la Municipalidad, para que esta lo venda y recupere $ 22 millones de los $ 35 millones que requiere para terminar la construcción del tranvía.
Pero la propuesta ha generado reacciones entre militares retirados que creen que eso puede debilitar la presencia de las FF.AA. en la ciudad.
Milton Benítez, retirado hace tres meses, fue jefe de Operaciones en la División de Ejército Tarqui. Durante los dos últimos años, de los 30 que estuvo en FF.AA., fue parte de la comisión de planificación para esta reubicación.
En una sesión solemne por la independencia de Cuenca, el presidente Rafael Correa anunció este proceso y se formó una comisión encabezada por Fernando Cordero, entonces ministro de Defensa, con la misión de analizar y localizar sitios aptos para este cambio”, recordó Benítez.
Esa oferta surgió el 3 de noviembre de 2014, lo recordó también Ricardo Patiño, actual ministro de Defensa, el jueves anterior. Patiño conoció los terrenos y se reunió con el alcalde Marcelo Cabrera, quien reiteró que esas hectáreas se venderán para la expansión del parque industrial.
Benítez recordó que se buscaron terrenos con características para albergar por lo menos a los 3.000 militares de varios recintos de Cuenca, como la Caballería Dávalos, el Cuartel de Artillería Calderón, la Brigada 79, como se conoce ahora al Cayambe, Destacamento Cumbe y la III División de Ejército Tarqui.
Para eso se requieren por lo menos 80 hectáreas, para que allí se construyan espacios de vivienda y administrativos, zona de amortiguamiento, áreas de entrenamiento y para actividades logísticas diarias.
Un terreno se localizó en Baguanchi, de la parroquia Paccha, en Cuenca, y otro en el cantón Santa Isabel, pero por lo menos hasta hace tres meses no se concretó la compra de ninguno y tampoco se continuó con la segunda parte del plan de reubicación, indicó el militar.
“Trasladar los cuarteles es muy costoso, nosotros tenemos comunicaciones especiales y debemos tener repetidoras, helipuertos, zonas de entrenamiento adecentadas y el Gobierno no tenía capacidad económica para esto”, dijo Benítez, y el tema dejó de discutirse desde inicios del 2015.
Para Ángel Montero, coronel retirado hace una década, esta decisión es una forma de debilitar a las FF.AA. “Sistemáticamente se han tomado decisiones que reducen patrimonio y derechos de los militares, desde el Tratado de Sao Paulo, en 1999, cuando los gobiernos de izquierda vieron como sus peores enemigas a las Fuerzas Armadas”, dijo Montero.
Según Benítez, se afecta la seguridad de la ciudad, porque considera que la presencia de estos cuarteles cumple una misión disuasiva, sobre todo en los sectores donde se emplazan. “Sin la presencia militar, los ciudadanos quedan a merced de la inseguridad”, aseguró.
Además, la mayor parte de los predios militares preservó espacios verdes y bosques que para Benítez representan el pulmón de la ciudad y que por lo tanto deberían buscar conservarse.
Hectáreas
El ministro de Defensa, Ricardo Patiño, aseguró que con esta donación de una parte del cuartel se aporta al cinturón verde de la ciudad, pues alrededor de 5,35 hectáreas se destinarán como áreas verdes y un espacio ecológico. Otras 8,81 hectáreas serán usadas para la construcción de la plataforma logística industrial de la ciudad.
Con información de El Universo