Cinco miembros de su personal murieron y otras tres personas sufrieron quemaduras, informó la agencia nuclear de Rusia. Los habitantes de Severodvinsk corrieron el viernes a las farmacias para comprar yodo o productos con ese elemento químico, según difundió ElComercio
El Político
Tras dos días de silencio, Rusia admitió que la explosión suscitada el jueves en una base de lanzamiento de misiles cerca del Ártico tuvo un carácter nuclear, con un saldo hasta ahora de al menos cinco muertos.
La agencia nuclear rusa informó, a través de un comunicado, que cinco miembros de su personal perecieron en la explosión y otras tres personas sufrieron quemaduras.
De acuerdo con Rosatom, sus empleados aportaban ingeniería y apoyo técnico para la "fuente de energía isotópica" del motor del misil.
Los responsables militares no informaron sobre la posible presencia de combustible nuclear en el accidente, que tuvo lugar en la región de Arcángel.
Tras el accidente, el ministerio de Defensa señaló que se registró cuando se estaba haciendo una prueba de un "motor-cohete a ergol líquido" (propulsor), e informó de la muerte de dos especialistas y de seis heridos.
Aún no se sabe si entre los fallecidos figuran los "especialistas" mencionados por el ejército. Esto en relación a los cinco muertos a los que se refirió Rosatom.
Es de hacer notar que las autoridades no dieron suficiente información sobre este accidente en una base militar abierta en 1954 y especializada en los ensayos de lanzamientos de misiles de la marina rusa.
La alcaldía de Severodvinsk, ciudad de 190.000 habitantes a unos 30 kilómetros de la base, aseguró en su portal de Internet que sus detectores "registraron una breve alza de la radiactividad". Pero el ejército ruso y un portavoz del gobernador regional declararon el jueves que "no hubo contaminación radiactiva".
Curiosamente, la referida publicación fue retirada poco después del portal de la alcaldía. Tampoco había informado hasta qué nivel subió la radiactividad.
Valentin Magomedov, responsable local de defensa civil, expresó que el nivel de radiación subió hasta a 2,0 microsieverts por hora durante treinta minutos, por encima del límite reglamentario de exposición de 0,6 microsieverts por hora.
A través de una carta, Greenpeace Rusia, hizo mención a los responsables de un centro de investigación nuclear que daba la misma cifra, pero afirmando que las radiaciones duraron al menos una hora, sin que ello representara riesgos para la salud, según esos expertos.
A través de un video, se pudieron observar hileras de ambulancias atravesando Moscú hacia un centro especializado en el tratamiento de víctimas de radiaciones.
Rosatom informó que los heridos fueron atendidos en un "centro médico especializado".
Como se recordará, el peor accidente nuclear de la historia tuvo lugar en 1986 en la Unión Soviética, en el central ucraniana de Chernóbil, y las autoridades fueron acusadas de haber ocultado durante semanas la amplitud del desastre.
Con información de: ElComercio