Autoridades mexicanas anunciaron este jueves la captura de dos de los presuntos asesinos de una activista en el violento estado de Tamaulipas en un crimen cuyo móvil habría sido la venganza, reveló el fiscal estatal.
El crimen de Míriam Rodríguez Martínez ocurrió el pasado 10 de mayo en el municipio de San Fernando, a unos 150 kilómetros de la frontera con Estados Unidos, en el noreste del país, cuando un grupo de hombres armados la atacó a tiros.
Rodríguez se dedicaba a la búsqueda de desaparecidos desde el secuestro de su hija, a la que buscó durante dos años y halló muerta en una fosa clandestina en 2012. Meses después indicó a las autoridades quiénes eran los culpables del asesinato.
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"La linea de investigación más fuerte es una acción de venganza por los trabajos realizados por parte de la señora Míriam que permitieron la detención de varias personas en el asunto del secuestro de su hija", dijo a periodistas el fiscal Irving Barrios Mojica.
El funcionario precisó que la mayor parte de los autores del crimen son reos que se fugaron el 22 de marzo del penal de Ciudad Victoria, la capital del estado.
Barrios agregó que uno de los acusados fue detenido el 18 de mayo en el vecino estado de Nuevo León, mientras que el otro fue arrestado en San Fernando, donde ocurrió el asesinato.
Queda pendiente la detención de otros dos individuos que también se fugaron de la cárcel de Ciudad Victoria y que estarían ligados al delito, agregó el fiscal.
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El crimen de Rodríguez generó indignación entre defensores de derechos humanos en México y la condena de organizaciones como Naciones Unidas y Amnistía Internacional.
Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos, concentra el mayor número de casos de personas desaparecidas en México, con 5.563 reportes hasta octubre de 2016, según cifras de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
El estado es además escenario de sangrientas pugnas entre dos bandas de narcotraficantes, los Zetas y sus antiguos aliados del cártel del Golfo.
Con información de EFE
