En los primeros 100 días de Gustavo Petro al frente de Colombia, se avanza tímidamente en la normalización de relaciones con Venezuela.
El Político
Al parecer, a Gustavo Petro el viento le está soplando a su favor. Ha puesto a la diplomacia colombiana al servicio de la paz y de la conformación de un "eje progresistas Latinoamericano". A propósito de que en su vecina Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, su compañero de ideología izquierdista, gana las elecciones, para aumentar el mapa de la izquierda en el poder, en la región.
Petro ha concentrado su actividad diplomática hacia el logro de una paz total, que pasa por lograr un acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – FARC y con el Ejército de Liberación Nacional – ELN, dos grupos irregulares, armados y al margen de la ley, que han mantenido a Colombia en zozobra durante muchos años. Y que han logrado permear hacia las vecinas Ecuador, pero sobre todo hacia Venezuela, con la anuencia del régimen de Nicolás Maduro.
Este esfuerzo por construir la paz desde Colombia, pasa no solo por normalizar las relaciones con Venezuela, sino con Cuba. Pues durante la presidencia de Iván Duque las relaciones con La Habana quedaron maltrechas. Pero, así como en la isla caribeña se dieron las conversaciones de paz con las FARC, ahora se pretende que se establezcan allí nuevos diálogos con el ELN. Y el régimen de Nicolás Maduro sería garante de dichos diálogos.
Se están cumpliendo los primeros 100 días de la administración de Gustavo Petro, tan disparatados que darían sobradamente para escribir un libro https://t.co/WlURK3TsP4 #Opinión ??✍️ por @SaulHernandezB
— PanAm Post Español (@PanAmPost_es) November 15, 2022
¿Pasito a pasito, se llega lejos?
En cuanto a la normalización de relaciones, se está concretando de manera gradual. Ya Colombia y Venezuela cuentan con sus respectivos embajadores designados y en funciones. Las fronteras terrestres han sido reabiertas parcialmente, con el paso muy limitado de vehículos de carga. Mientras el puente aéreo, con los vuelos comerciales entre ambas naciones tiendes a normalizarse, aunque de manera muy tímida hasta ahora. Luego de un largo período sin relaciones, ni intercambio.
Por su parte, Gustavo Petro ya visitó a Nicolás Maduro en Caracas. Allí se estableció, por iniciativa colombiana, que Venezuela debería retornar a la Comunidad Andina de Naciones, así como al Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Pero lo más relevante es que la estrategia diplomática de Petro apunta a que el régimen y la alianza opositora en Venezuela retomen el diálogo.
En este sentido, la internacionalista Sandra Borda, ha comentado que: "la reanudación de relaciones con Caracas es la dimensión más sobresaliente de la política exterior. Faltan muchas cosas, pero la decisión difícil, que era abrir la frontera, reunirse con Maduro, poner la agenda, se ha logrado con éxito. Se trata de un buen comienzo".
¡ATENCIÓN!
La UNION EUROPEA avaló la transición energética y trabajará de la mano con el gobierno de @petrogustavo.
En pocas palabras,
Colombia será el primer país del mundo de energías verdes. ❤?? pic.twitter.com/jJfI3wy0mG— Becky@ ????? (@SinCensuraCol) November 8, 2022
A favor de las energías verdes
Otro punto relevante es el tema ambiental. Para el presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez, existe una agenda ambientalista, con un modelo ecológico que privilegia a las energías verdes. En este sentido, el propio Petro indicó que: "Colombia aportará al mundo todo su esfuerzo, para superar la crisis climática. Por lo que esperamos del mundo todo el esfuerzo y la cooperación, para superar nuestra violencia endémica".
Adicionalmente, es dos importantes espacios internacionales, como son la Asamblea General de las Naciones Unidas y en la Cumbre Climática COP 27, Petro calificado de fracaso la lucha contra el cambio climático, así como como la guerra contra las drogas.
Dos temas de relevancia global que —según Petro— le obsesionan a las grandes potencias. En este sentido, Petro dijo: "yo les demando desde aquí, desde mi Latinoamérica herida, acabar con la irracional guerra contra las drogas". Pues Petro propone darle un vuelco a los esfuerzos antinarcóticos en la región. Iniciativa que ha contado con el respaldo del Grupo de Puebla y de la Comisión Global sobre Política de Drogas. Iniciativa que apunta hacia la regulación de las drogas en Colombia.
Este martes 15 de noviembre se cumplen 100 días de gobierno del presidente de Colombia, Gustavo Petro, y varios son los temas que recogen el desempeño del mandatario. https://t.co/cZynQMI0n7
— NTN24 (@NTN24) November 15, 2022
Hacia una nueva diplomacia regional
Para algunos analistas, esta nueva etapa diplomática del presidente Petro supone el dejar de lado el modelo diplomático ideológico, para dar paso a una nueva manera de construir relaciones internacionales.
En este sentido, el expresidente Ernesto Samper, miembro del Grupo de Puebla, ha indicado que: "se abre una etapa de diplomacia regional, diplomacia de entendimiento, alrededor de unos temas comunes, como pueden ser la propia integración regional, el tema de la paz, de la transición ecológica, la defensa del Amazonas o la política alternativa en materia de lucha contra las drogas".
A lo que Samper agregó que: "esos temas que ha puesto sobre la mesa el presidente Petro, son una dirección clara de una política exterior, que está dirigida a influir y a ser influidos, por lo que podríamos llamar la agenda global y la agenda regional".
A esta hora el presidente @petrogustavo presenta los hitos de los 100 días como un primer esfuerzo para trasformar a Colombia. pic.twitter.com/ufpJWpsW2T
— Mauricio Lizcano (@MauricioLizcano) November 15, 2022
En resumen
A Gustavo Petro le toca manejarse entre dos aguas. Por una parte, la región se ha venido tiñendo de rojo, inclinando la balanza cada vez más hacia la izquierda. Pero por la otra, existe un profundo interés en conservar las buenas relaciones entre Bogotá y Washington.
Colombia y EEUU poseen una larga tradición como socios históricos. Pero durante el gobierno de Iván Duque, Colombia se convirtió en uno de los aliados estratégicos más importantes de la Casa Blanca, en la región Latinoamericana.
Mientras, Gustavo Petro avanza en la construcción de alianzas con sus vecinos de izquierda, sobre todo con los presidentes de la llamada izquierda moderada o progresista. Como el caso de Gabriel Boric, en Chile, o con el propio Lula da Silva, en Brasil. Todo esto sucede sin comprometer su relación con el Norte.
Por lo pronto, la administración Biden se ha comprometido con Petro en apoyarle con el capítulo étnico del Acuerdo de paz, un tema olvidado durante años, por el cual el propio secretario de Estado, Antony Blinken, se comprometió con la segunda al mando, Francia Márquez, a impulsar la reparación a los pueblos afrocolombianos e indígenas.