Un informe técnico difundido por Argentina y Uruguay revela que en controles realizados entre 2011 y 2015 se detectaron distintos elementos contaminantes en la planta de pasta celulosa Orión y en aguas cercanas a esa fábrica, en los ríos Uruguay y Gualeguaychú.
El informe, elaborado por un comité científico, fue entregado hoy a la canciller argentina, Susana Malcorra, y al vicecanciller uruguayo, José Luis Cancela, por la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), integrada por representantes de los dos países y que administra el uso común de ese curso fluvial, frontera natural entre las dos naciones suramericanas.
Los controles comenzaron a realizarse a partir de un fallo de la Corte Internacional de La Haya, tribunal al que acudió Argentina en 2006 en contra de la instalación en la localidad uruguaya de Fray Bentos, frente a las costas de la ciudad argentina de Gualeguaychú, de una planta de la finlandesa UPM.
En 2010, el tribunal internacional dictaminó que la planta no contaminaba pero que Uruguay no había informado debidamente a Argentina sobre los detalles de la construcción y, además, la corte ordenó hacer controles periódicos en el entorno de la fábrica.
De acuerdo con el informe técnico, de 400 páginas y difundido hoy por ambos países, se detectaron "apartamientos" puntuales de la normativa vigente sobre presencia de elementos contaminantes en los tres puntos donde se tomaron muestras: en la planta, en el río Uruguay y en el río Gualeguaychú -curso de agua argentino, afluente del río Uruguay-.
Los análisis de las muestras se hicieron en su mayoría en laboratorios canadienses y algunos en centros argentinos y uruguayos.
Respecto de los controles en la planta, se realizaron entre junio de 2011 y julio de 2015 cincuenta campañas de monitoreo.
De ellos se desprenden ciertos "apartamientos de la normativa de aplicación", como la presencia de elementos sólidos en el canal de salida del efluente de la planta que no volvieron a detectarse desde agosto de 2014, luego de que la empresa colocara una reja en ese sitio.
Asimismo, en uno de los cincuenta controles se detectó presencia de aceites y grasas en el efluente por encima de los valores permitidos, en tanto que en dos ocasiones se registró una temperatura del efluente mayor a los 37 grados centígrados permitidos.
El informe detalla otros registros puntuales por fuera de los niveles permitidos.
También se realizaron otro medio centenar de controles, entre junio de 2011 y julio de 2015, en la desembocadura del río Uruguay, donde se detectó la presencia de varias sustancias en niveles superiores a los permitidos, como aluminio, amonio, berilio, cadmio, hidrocarburos, hierro, manganeso y níquel.
Asimismo, se realizaron 32 campañas de monitoreo, entre septiembre de 2012 y abril de 2015, en el río Uruguay, entre los kilómetros 88 y 114, aproximadamente frente a las localidades uruguayas de Las Cañas y Nuevo Berlín, respectivamente.
En ese área también se constataron varios "apartamientos" puntuales de la normativa.
El comunicado conjunto de los Gobiernos de Argentina y Uruguay para hacer público hoy el informe técnico sobre los controles no incluye valoración alguna sobre los resultados.
Ambos países indicaron que a partir de los primeros días de diciembre próximo comenzará el monitoreo inicial del río Uruguay en la totalidad del tramo compartido por ambos países bajo competencia de la CARU.
Con información de EFE