La Corte Penal Internacional – CPI ha detectado a un espía ruso, que trataba de infiltrarse, haciéndose pasar como ciudadano de Brasil.
El Político
Los Servicio General de Inteligencia y Seguridad de Países Bajos – AIVD aseguraron este jueves haber impedido que un espía ruso. Este usaba una identidad brasileña falsa.
Pretendía infiltrarse como becario en la Corte Penal Internacional – CPI, cuya fiscalía está investigando los crímenes de guerra en Ucrania.
Según explicaron los servicios de inteligencia de Países Bajos, la persona en cuestión trabaja para el Servicio de Inteligencia Militar Ruso – GRU.
#16Jun ?️ | Un espía ruso pretendía infiltrarse dentro de la CPI https://t.co/xcp7AOrX9f
— Sumarium (@sumariuminfo) June 17, 2022
¿Llegado de Brasil?
Pero usó una identidad falsa brasileña para viajar de Brasil a Países Bajos, donde se encuentra la sede de la CPI.
Tenía intenciones de infiltrarse en uno de los tribunales internacionales situados en La Haya. Su fiscal recopila pruebas de los presuntos crímenes de guerra en Ucrania.
Los servicios de inteligencia neerlandeses consideraron al espía ruso una “amenaza para la seguridad nacional” y le negaron la entrada a Países Bajos el pasado abril, “enviándolo de vuelta a Brasil en el primer vuelo que salió” de Ámsterdam.
Holanda impide que espía ruso trabaje con identidad brasilera falsa como pasante en la CPI https://t.co/eI1OLGMg5p
— Diario Gestión (@Gestionpe) June 16, 2022
Investigación afondo sobre crímenes de guerra
El fiscal de la CPI, Karim Khan, está recopilando pruebas de los presuntos crímenes de guerra en Ucrania. Pero también está investigando los que tuvieron lugar durante la guerra rusa en Georgia en 2008.
“El acceso encubierto a nuestra información de la CPI sería muy valioso para los servicios de inteligencia rusos”, comentó Karim Khan.
El espía ruso en cuestión tenía previsto iniciar una pasantía en la CPI, lo que le daría acceso al edificio y los sistemas del tribunal internacional.
“Si el oficial de inteligencia hubiera logrado acceder como becario a la CPI, habría podido recopilar inteligencia y buscar —o reclutar— fuentes, y disponer el acceso a los sistemas digitales de la CPI”, señalaron los AIVD.
Con esto, añadió, podría haber influido en los procedimientos penales de la CPI.
El espía ruso se hacía pasar por un ciudadano brasileño de nombre Viktor Muller Ferreira, nacido el 4 de abril de 1989.
El espía ruso que buscaba acceder a documentos de la CPI y fue descubierto https://t.co/wEkH20Vxlq
— Listin Semanal (@listin_semanal) June 16, 2022
¿Quién es en realidad el espía?
Cuando en realidad su verdadero nombre es Sergey Vladimirovich Cherkasov, nacido el 11 de septiembre de 1985, y usó una entidad encubierta “bien construida, mediante la cual ocultó todos sus vínculos con la Federación Rusa en general y el GRU en particular”.
Según explicaron los AIVD, un oficial como Cherkasov es conocido como “ilegal”. Es decir, un espía ruso que recibió un “entrenamiento largo y extenso”. Que usa un alias como identidad y se presentan como extranjero. Por esto es “difícil de descubrir” y tiene acceso a información inaccesible a un ciudadano ruso.
“El enfoque principal del GRU es recopilar información de inteligencia militar. Pero también recopila datos de inteligencia de naturaleza más política o tecnológica. El GRU no sólo recopila información, sus oficiales también llevan a cabo operaciones de influencia encubiertas”, agregaron los AIVD.
Completar la construcción de este tipo de identidad tapadera suele llevar generalmente años, añadió.
No es la primera vez que Países Bajos expulsa a espías rusos. Una de las ocasiones más polémicas se registró en 2018. En esa oportunidad, se deportó a cuatro agentes de los servicios secretos rusos. Estos planeaban atacar, en un momento de investigaciones clave que involucraron a Moscú, la red de internet de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas – OPAQ, situada en La Haya.
El pasado marzo, el Gobierno neerlandés expulsó a 17 “oficiales de inteligencia” venidos de Moscú. Estaban adscritos a las representaciones rusas en Países Bajos “con cobertura diplomática” y argumentó que la presencia en el país de estos espías rusos es “una amenaza para la seguridad” nacional.