El pasado fin de semana atacaron y quemaron una narcoavioneta en una carretera del municipio Felipe Carrillo Puerto en Quintana Roo. En la misma se encontraron 390 kilogramos de cocaína. Esta aeronave develó la relación existente entre el Cartel de Sinaloa y el Cartel de los Soles, destacó Primer Informe.
Primer Informe / El Político
La Administración para el Control de Drogas (DEA) revelo la relación que existe entre el Cártel de Sinaloa y el Cartel de los Soles, este último formado por funcionarios de la dictadura de Nicolás Maduro.
Según la DEA el Cartel de los Soles tienen vínculos muy estrechos con el poderoso narcotraficante Rafael Caro Quintero, fundador del Cártel de Guadalajara y uno de los más buscados por el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena, perpetrado en 1985.
Según el portal de investigación La Silla Rota, agentes de la DEA tienen en su poder una grabación que detalla que Caro Quintero entre los años 2016 y 2017 estuvo a cargo del transporte de toneladas de droga que enviarían las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para el Cártel de los Soles.
Según documentos judiciales en la corte federal del Distrito de New York en donde se mencionan al jefe del régimen chavista, Nicolás Maduro, describen que el trabajo entre ambos cárteles data desde abril del 2006, cuando el ejército de México decomisó 5.6 toneladas de cocaína en el Aeropuerto de Ciudad del Carmen, Campeche, que viajaban desde el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar en Maiquetía, el primer terminal aéreo de la nación sudamericana.
«Alrededor de 2006, el cártel de Soles envió un envío de cocaína 5.6 toneladas desde Venezuela en un avión DC-9 con un número de registro de los Estados Unidos. Diosdado Cabello Rondón y Hugo Carvajal, ´El Pollo´, los acusados, trabajaron con otros miembros del Cártel de Los Soles para coordinar el envío.
El jet partió desde el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar en Maiquetía, Venezuela y aterrizó en el Aeropuerto de Ciudad del Carmen en Campeche, México. Las autoridades mexicanas incautaron las 5.6 toneladas de cocaína cuando llegó a Campeche», menciona el documento.
El reportaje de La Silla Rota también hace mención del expediente PGR/SIEDO/UEIDCS/071/2006 que integró la extinta Procuraduría General de la República (PGR), hoy Fiscalía General de la República (FGR), la investigación dejó al descubierto los nexos con el narcotráfico de las extintas Policía Federal Preventiva (PFP), Agencia Federal de Investigación (AFI), de funcionarios del aeropuerto de Ciudad del Carmen, así como de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
El cargamento de cocaína que fue ocultado en 128 maletas y empaques con sellos impresos de escorpiones, estrellas o una equis, arribó en un avión Boeing DC-9-15, placas N-900SA piloteado por dos exmilitares y extrabajadores de Conagua. Uno fue Fernando Joaquín Poot Pérez, absuelto del delito de delincuencia organizada en noviembre del 2011 según comentaron sus familiares.
El otro, Aurelio Pérez de Gracia, quien un año después de ser detenido fue encontrado muerto en una celda en el penal del Altiplano.
Poot Pérez fue director de Seguridad Pública en Chetumal y piloto (1987 a 1993) del entonces gobernador Miguel Borge Martín, así como de Mario Villanueva Madrid (1993 a 1999), quien cumple una medida cautelar de casa por cárcel por lavado de dinero y narcotráfico.
Este expediente señala que este importante decomiso hecho por el ejército mexicano permitió establecer el funcionamiento de una red de coordinación entre cárteles mexicanos, venezolanos y colombianos, la cual incluye a los hermanos Samuel y Moisés Martín Castillo, este último exempleado de la Secretaría de Finanzas del gobierno de la Ciudad de México.
Las narcopistas en usadas por cárteles latinoamericanos
El golpe de las 5.6 toneladas decomisadas en Ciudad del Carmen no lo iban a recibir dos veces.
Para que no volviera a suceder los narcos mexicanos, venezolanos y colombianos implementaron una red de pistas clandestinas que incluyen más de 200 averiguaciones previas o carpetas de investigación por el aseguramiento de droga, así como por la caída y el hallazgo de avionetas (la mayoría de ellas calcinadas) desde mayo de 2006. En el 99% de los casos no hay detenidos.
Entre las investigaciones se encuentra el siniestro de una avioneta en Tixkokob, Mérida, Yucatán con 3.2 toneladas de coca de alta pureza en septiembre del 2007.
También se encuentra el decomiso de 390 kilogramos de cocaína en una avioneta que se incendió luego de aterrizar en el municipio Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo procedente de Maracaibo, Venezuela, de acuerdo con las investigaciones de la DEA, el envío de la droga, tiene como coordinador en México al cártel de Sinaloa.
Cabe destacar que una de las evidencias presentes en el expediente 1:11-cr-00205-AKH que integró la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York, hay una conversación entre agentes encubiertos con una persona identificada Seuxis Paucis Hernández Solarte, «Jesús Santrich» mando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Este es uno de los líderes de las FARC que presuntamente, según informaciones proporcionadas por inteligencia del gobierno del presidente Iván Duque, se encuentra viviendo en el barrio caraqueño “23 de Enero”, en resguardo de un grupo paramilitar pro chavista llamado “La Piedrita”.
En el documento se detalla la conversación que realizaron los agentes entre los años 2016 y 2017 con «Jesús Santrich«. En la grabación en la que se menciona que Rafael Caro Quintero se haría cargo del trasiego de la cocaína, identifica al capo como el «hijo de puta» que «asesinó» a Enrique ´Kike´ Camarena.
Durante una reunión grabada, Hernández Solarte se refirió al asesino de Camarena al caracterizar a Caro Quintero como la persona que mató al ´hijo de puta de la DEA´». La acusación, en la que se menciona a Rafael Caro Quintero, incluye al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros; Diosdado Cabello Rondón, expresidente de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela y miembro de las fuerzas armadas venezolanas; Hugo Armando Carvajal Barrios; exgeneral en el ejército venezolano y solicitado por el gobierno de los Estados Unidos y Cliver Alcalá Cordones, exdirector de la agencia de inteligencia militar de Venezuela, ya en poder de la DEA, entre otros.
En los últimos años se han desarrollado múltiples pistas clandestinas destinadas al servicio del narcotráfico los municipios Campeche, Quintana Roo y Yucatán bien sea en fincas, en la selva o en las propias carreteras de estos poblados.
Es importante resaltar que el uso de pistas clandestinas también se ha puesto en practica en Venezuela. Los productores agropecuarios son los más afectados por esta situación. No pueden negarse a la decisión de los carteles. Si no permiten el accionar delictivo, los matan. Esto ha convertido al Zulia y a otros estados fronterizos en puentes para transportar la droga a países del Caribe, según denunció en el mes de junio el vice presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Juan Pablo Guanipa.