Un reciente informe del Departamento de Justicia reveló que los agentes de policía respondieron inadecuadamente al tiroteo en la escuela de Uvalde, Texas, y actuaron con falta de urgencia. Se destacan "fallas en cascada" en su accionar frente a esta tragedia.
El Político
La investigación llevada a cabo sobre la trágica respuesta policial a la masacre ocurrida el 24 de mayo de 2022 en la escuela primaria Robb ha identificado una serie de problemas significativos que contribuyeron a prolongar la crisis más allá de lo necesario.
Estos problemas van desde fallas en la comunicación y el liderazgo, hasta deficiencias en la tecnología y el entrenamiento, según lo informado por las autoridades federales.
El extenso documento de aproximadamente 600 páginas detalla la respuesta fallida por parte de las fuerzas del orden, revelando que las víctimas pasaron por una experiencia horrorosa y presenciaron una violencia incomprensible debido a la carencia de coraje y una serie de errores en cascada relacionados con el liderazgo, la toma de decisiones, las tácticas, las políticas y la formación.
Incapacidad para actuar con rapidez
Aunque el informe reconoce la velocidad con la que llegaron los agentes policiales a la escuela primaria, también señala la lentitud con la que llegaron hacia las aulas.
“Los funcionarios que se encontraban en el lugar del incidente deberían haber reconocido que se trataba de un escenario de atacante activo y haber avanzado y empujado de forma inmediata y continua hacia la amenaza hasta entrar en la sala y eliminarla. No fue así”, se lee en el documento.
No reconocer inmediatamente una situación de atacante activo fue el "fallo más significativo" de los agentes que respondieron, según la investigación.
Los policías que acudieron a la escena tomaron la decisión de esperar refuerzos en lugar de actuar de inmediato. Consideraron al hombre armado, quien se encontraba en una habitación llena de niños, como un sospechoso atrincherado, señala el texto.
Liderazgo en situaciones desafiantes
A su vez el documento destaca la absoluta importancia del liderazgo en las fuerzas del orden, especialmente en momentos de desafío extremo. Se requiere una “actuación valiente y firme en entornos caóticos", recalca. "Lamentablemente, en la respuesta de las fuerzas del orden en la Escuela Primaria Robb, este liderazgo estuvo ausente durante demasiado tiempo”.
Además, de acuerdo con el Departamento de Justicia, Arredondo fue descrito como el comandante de facto en la escena del crimen. Retrasó la asistencia a los niños y profesores que se encontraban en las aulas 111 y 112 bajo la creencia de que ya habían fallecido, de acuerdo a la información proporcionada.
“Reconoció la probabilidad de que hubiera víctimas y fallecidos en la sala con el atacante y dio prioridad intencionadamente a las evacuaciones frente a la entrada inmediata en la sala”, describe el texto.
Asimismo la investigación responsabiliza al sheriff Nolasco y al jefe interino del Departamento de Policía de Uvalde por no compartir de manera oportuna información crucial que poseían sobre el individuo armado.
Falta de comunicación con las familias
El informe desacreditó la versión oficial inicial que afirmaba que los valientes servicios de emergencia habían salvado vidas ese día. Además, señaló que esta narrativa inicial había empeorado la situación de muchas víctimas en un momento difícil.
De acuerdo el documento la actuación de los servicios de emergencia, junto con la supuesta gestión heroica que las autoridades defendieron, generó una gran desconfianza en las fuerzas de seguridad local y estatal.
Al mismo tiempo menciona que los padres de los niños fallecidos fueron engañados tanto en el centro cívico donde se reunieron como en los hospitales.
Un ejemplo de ello es que se cita el caso de un familiar que fue informado de que su hijo se encontraba en un hospital. Sin embargo, al describir a su hijo al personal, le dijeron que no estaba allí. Posteriormente, el padre se enteró de que el niño había fallecido y había estado en el hospital durante horas.
Operativos estándar
Según el texto, en aquel momento, el Departamento de Policía del Distrito Escolar Independiente Consolidado de Uvalde carecía de procedimientos operativos estándar.
Por su parte los empleados del distrito, que incluyen a los administradores, profesores, personal de apoyo y policías, han manifestado al Departamento de Justicia que "no tienen conocimiento ni han sido informados acerca de las políticas y procedimientos de nuestro departamento de policía escolar", se sugiere el texto.
El Departamento de Justicia indicó que los equipos de seguridad de los campus de los distritos se reunían con poca frecuencia. Además, los planes anuales de seguridad dependían en gran medida de información planificada que, en ocasiones, resultaba ser inexacta.