El Gobierno de Estados Unidos transmitió su respaldo a Bernardo Arévalo, presidente electo de Guatemala.
El Político
A través del Departamento de Estado, Washington advirtió posibles acciones para evitar la investidura del nuevo mandatario.
El fin de semana, la Fiscalía del país, controlada por la procuradora Consuelo Porras, ordenó el allanamiento del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Luego de ejecutar la medida, el Ministerio Público guatemalteco cargó con parte de las actas que resultaron del proceso comicial en el que Bernardo Arévalo obtuvo la victoria.
Tal proceder ha sido evaluado de cerca por Estados Unidos, cuyo secretario de Estado, Antony Blinken, hizo votos a favor a una “transición política pacífica”.
Desde el servicio exterior estadounidense se ha dicho que el Gobierno del país empleará “todas las herramientas disponibles” para evitar que se socave la democracia.
Dentro de las fronteras de Guatemala, las acciones de la Procuraduría han generado manifestaciones y cortes de carreteras.
Afectos a Bernardo Arévalo bloquearon, este lunes, algunas de las principales carreteras de la nación centroamericana.
Entre las arterias cerradas se encuentran tramos de la carretera Interamericana, pero también las vías que conectan a Guatemala con México, El Salvador y Honduras.
Los manifestantes, conformados principalmente por indígenas y campesinos, alegan que se está gestando un golpe de Estado para evitar que Arévalo asuma el Ejecutivo.