Los periodistas y víctimas que revelaron el escándalo de abusos sexuales en la sociedad apostólica Sodalicio de Vida Cristiana (SVC) calificaron este miércoles como un saludo a la bandera el informe de la investigación interna de la institución, al considerar que "no hay una verdadera intención de hallar a los encubridores".
El periodista y antiguo sodálite Pedro Salinas, en cuyo libro "Mitad monjes, mitad soldados" recogió los testimonios de algunas víctimas junto a su colega Paola Ugaz, aseguró en conferencia de prensa que la investigación interna del Sodalicio es "un gesto efectista" porque en sus conclusiones "no presentan nada nuevo".
El informe, revelado este martes, confirma que el fundador del Sodalicio, Luis Fernando Figari, y los altos cargos Germán Doig, Virgilio Levaggi y Jeffery Daniels cometieron abusos sexuales contra 19 menores y 10 adultos, pero no revela la identidad de otros cuatro agresores, tres de ellos aún en el Sodalicio, que abusaron de otros siete adultos.
El documento solo ofrece la identidad de los agresores que no tienen vínculos actuales con la congregación, pero se reserva el nombre de los abusadores que aún son sodálites.
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Salinas resaltó que en este informe tampoco se mencionan a los cómplices que encubrieron a los agresores, y entre ellos nombró a Jaime Baertl y Eduardo Regal.
Paola Ugaz consideró que es necesario "poner la lupa en los colegios del Sodalicio", pues existe una "cultura del secretismo" que se ve de manifiesto en esta investigación interna a la que calificó de "licuada" y "hecha a la altura de quienes no quieren que se sepa la verdad".
La periodista opinó que el papa Francisco pretende encubrir a Figari porque el Vaticano constató en su propia investigación que el fundador del Sodalicio abusó de al menos un menor, pero las únicas medidas impuestas en su contra fueron aislarlo de la congregación y prohibirle viajar a Perú y hablar con la prensa.
En ese sentido, Ugaz pidió al Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú que curse una carta a la Santa Sede para preguntar "por qué se está encubriendo a un pederasta".
Enrique Escardó, una de las víctimas que aparecen en el libro de Salinas y Ugaz, opinó que la "justicia que tarda no es justicia" y que "ya hace 17 años de la primera denuncia" y no es sino hasta ahora, "cuando hay escándalo mediático", que el Sodalicio pone atención al tema.
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"No hagamos creer a la gente que Figari es el único problema, pues no sabemos dónde están estos pederastas que han mencionado. Podrían estar en los colegios", indicó.
El congresista Alberto de Belaúnde, quien ha propuesto abrir una comisión de investigación en el Congreso sobre los abusos en el Sodalicio, denunció que representantes del Sodalicio están visitando a sus colegas "despacho por despacho" para "desincentivar la creación de la comisión".
De Belaúnde explicó que "la idea de la comisión investigadora del caso Sodalicio es conocer toda la verdad, y que las víctimas sientan que su voz es escuchada".
Los abusos sexuales en el Sodalicio ocurrieron entre 1974 y 2009, según el informe de la investigación interna, pero no se comenzaron a investigarlos hasta que en 2015 apareció publicado el libro "Mitad monjes, mitad soldados".
Sin embargo, la denuncia presentada por cinco víctimas, entre ellas Salinas y Escardó, contra un grupo de líderes del Sodalicio por los delitos de violación de menores, secuestro, lesiones graves y asociación ilícita para delinquir fue archivada por la fiscal María del Pilar Peralta, titular de la 26 Fiscalía Penal de Lima.
Con información de EFE