Los presos políticos excarcelados intentan reiniciar su vida, pero el fantasma de las torturas se repite en su cabeza, muchos optan por dejar el país, otros se excluyen de la política, algunos vuelven a la cárcel cuando la seguridad del régimen se siente amenazada.
El Político
La influencia de Cuba ha generado aumento de los métodos de tortura contra los prisioneros en Venezuela, dice un informe del Instituto CASLA, una ONG que promueve los derechos humanos y la democracia en Latinoamérica.
Uno de los presos que siempre denunció a través de sus familiares que había sido torturado es el politólogo
Vasco Da Costa quien a su salida de la prisión aseguró a la Voz de América, que las autoridades venezolanas tienen un sistema de tortura «metódico» y «sistemático».
Activista del Movimiento Nacionalista venezolano, Vasco Da Costa, excarcelado la noche del martes 1° de septiembre tras permanecer más de dos años detenido en una cárcel militar, denunció las “horribles” torturas que enfrentó mientras estuvo en prisión.
Define las torturas, que define como “algo brutalmente espantoso”. Detalla cómo hombres, que a su juicio eran especialistas, tomaban su pie y lo golpeaban con una “mandarria” (martillo o maza de hierro para meter o sacar los pernos en los costados de los buques).
“Fue una tortura prolongada durante muchos días después que me agarraron, te golpean mucho en el pie, lo que te enloquece, en las plantas de los pies. Ellos tienen una técnica, creo que es cubana, la planta de los pies tiene terminaciones nerviosas y sientes que todo el cuerpo se te desmiembra, es una cosa terrible”, puntualiza Da Costa.
“Te golpean, a mi me metieron boca abajo en un pozo de agua, casi me muero, te asfixian con una bolsa y ponen una especie de pinchos en las tetillas y te dan electricidad, a mi me reventaron todo el ojo” expone.
“Lo que hacían era darme con un bate en el estómago para evacuar, metían mi evacuación dentro de una bolsa de cuero en la pared. Buscaban excremento de otro y te dejan ahí y te sacan cuando ya te hayas curado. Uno se doblega frente a esas cosas”, declara.
Te van dando donde saben que te duele
El activista afirma que “te van dando donde saben que tú te sabes desenvolver más” e hizo referencia a varios casos, entre ellos el de José Alberto Marulanda, un médico cirujano que también ha sido excarcelado y que, según la defensa, fue detenido por el simple hecho de ser pareja de una militar que supuestamente habría estado participando en reuniones para ejecutar un “levantamiento militar” contra el Gobierno. Asegura que, al no dar con la militar, se lo llevaron a él.
“Al doctor Marulanda, le reventaron las manos y se las destrozaron, a ciertos militares les reventaron las piernas y a mí me reventaron los ojos porque yo estudio. Es metódico, es sistemático, es hecho con una programación para hacerte daño”, afirmó.
Las torturas que no se ven
Todos los presos coinciden en que los robos forman parte sistemática de la agresión en todos los penales del país. Da Costa denuncia que también era víctima de robos por parte de funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
Diputado Juan Requesens tras ser detenido
“El problema es cuando iba la Dgcim. Iba a torturarte y después de que te dejaba hecho un trapo en el piso, te robaba lo que la familia con mucho esfuerzo te había llevado, la comida, los aparatos electrónicos, la ropa, los zapatos, no hay manera de ponerle algo de ley a esos criminales”, lamenta
El aislamiento, la desnudez, el frío, las amenazas a la familia forman parte del intrincado mundo de la represión, ensañada con los militares quienes están sometidos a severas presiones.
En 2019 Luis Almagro, secretario general de la Organización de los Estados Americanos, denunció que Cuba había enviado a decenas de miles de agentes a Venezuela, para dar entrenamiento en tortura a las fuerzas especiales de policía y a las agencias de inteligencia.
Asfixia, descargas eléctricas, ahogamiento simulado, violación sexual e intoxicación con sustancias psicotrópicas desconocidas, son algunos de los métodos de tortura que se intensificaron en 2018-2019, indica el Instituto CASLA. También se introdujeron nuevas técnicas, como la perforación de las uñas de los prisioneros para insertar cables electrificados; o agujas también electrificadas en los genitales, dice la ONG.
Los oficiales y agentes de inteligencia cubanos que pertenecen al Grupo de Cooperación y Enlace de Cuba (GRUCE), una unidad militar con base permanente en Venezuela, no solo entrenan a las fuerzas de seguridad del país, sino que participan en las sesiones de tortura de los prisioneros, manifiesta la ONG. El informe denuncia al embajador cubano en Venezuela como el principal proveedor de entrenamientos de tortura; afirma que “nada sucede sin su conocimiento”.
Los agentes cubanos, según el informe, también capacitan a oficiales de las Fuerzas Armadas Bolivarianas en técnicas de represión, intimidación y vigilancia, para espiar a sus propios colegas y familiares, dirigentes políticos y sociales, y para controlar los disturbios.
En 1948 la comunidad internacional condenó la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes en la Declaración Universal de Derechos Humanos aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas. En 1975, en respuesta a las campañas organizadas por diversas organizaciones no gubernamentales (ONG), la Asamblea General aprobó la Declaración sobre la Protección de Todas las Personas contra la Tortura y Otros tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.
Durante los años ochenta y noventa se lograron avances tanto en el desarrollo de las normas e instrumentos jurídicos como en la imposición de la prohibición de la tortura. La Asamblea General creó en 1981 el Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura con el objetivo de financiar a las organizaciones que brindaban asistencia a las víctimas de la tortura y a sus familias.
Con información de El Nacional, Voa
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