Durante el fin de semana en la Cámara de Representantes de Estados Unidos los demócratas literalmente ganaron un mes de margen para negociar un acuerdo sobre los proyectos del presidente Joe Biden. En efecto, el ala progresista del Partido Demócrata anunció su disposición a conseguir que el vasto programa de inversión doméstica se apruebe en el Congreso. Sin embargo, resulta muy probable que las negociaciones deberán intensificarse para superar las divisiones del partido.
El Político
De acuerdo con las versiones informativas de AFP y El Economista, la Casa Blanca procura ganarse el necesario respaldo necesario entre los representantes demócratas. Es evidente que sus opiniones son encontradas en aspectos cruciales, entre ellos el del futuro de dos paquetes presupuestarios que marcarán el legado presidencial.
Los partes noticiosos destacan que una parte de los republicanos apoya el proyecto de ley para invertir US$ 1,2 billones en infraestructuras. Empero, se resisten a darle su visto bueno a un segundo paquete de medidas, consistente en un plan para destinar US$ 3,5 billones en educación y atención infantil. Así como para ampliar programas de salud y promover el uso de la energía limpia.
Desde otro frente político el ex dignatario Donald Trump, quien todavía ejerce un poder considerable dentro del Partido Republicano, se opuso contundentemente a la idea. Y fustigó mediante un comunicado público el plan de gastos. Manifestó: "¡El plan demócrata, si se aprueba a cualquier nivel, empujará a nuestro país hacia el socialismo!".
Our Build Back Better Agenda will strengthen our economy by lowering taxes on the working and middle class, and reducing the cost of child care, housing, and higher education.
We will grow our economy from the bottom up and the middle out.
— Joe Biden (@JoeBiden) September 28, 2021
Fundamental para Biden la unidad de los demócratas
Según los observadores políticos, si es el deseo de Biden que su propuesta de Build Back Better (reconstruir mejor) sea aprobada por el Congreso, necesita unanimidad en las filas demócratas. Las mismas controlan por escaso margen las dos cámaras. Por lo que al parecer los demócratas deberán emprender una ardua y difícil tarea parlamentaria.
Tras retrasar una votación la semana pasada, los legisladores acordaron aumentar el monto para financiar las autopistas hasta el 31 de octubre. De esta manera se establece un nuevo plazo suave para que se apruebe el proyecto de ley de infraestructuras. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, confirmó esta nueva meta. Sin embargo adelantó que podría prorrogarse por uno o dos meses.
De esta forma se gana tiempo para que la bancada progresista de la Cámara de Representantes logre un compromiso para aprobar el proyecto de ley de reconciliación. En tanto los demócratas intentan reorientar la discusión lejos de la cifra inicial propuesta de US$ 3,5 billones. Es posible que el paquete final de gasto adicional para programas sociales se mueva entre los US$ 1,5 billones y 2,1 billones.
Fuentes: AFP / El Economista