El Gobierno de EEUU envió la solicitud formal a Colombia para la extradición de Álvaro Fredy Córdoba, hermano de Piedad Córdoba, senadora electa por el Pacto Histórico.
El Político
Lo cierto es que la extradición del hermano de Piedad Córdoba a EEUU está en manos de la Justicia colombiana. La Corte Suprema del país debe decidir sobre el asunto.
No obstante, por los tiempos que puede llevar el proceso, la orden de entregarlo a EEUU la firmaría el presidente que elijan los colombianos el próximo julio, reportó 1erInforme.
El caso de Estados Unidos contra Álvaro Córdoba Ruiz es sólido. El medio Semana reveló detalles del indictment, la acusación hecha ante el tribunal federal del Distrito Sur de Nueva York.
Allí se expone cómo los agentes de la DEA consiguieron grabarlo en varias oportunidades mientras transaba la entrega de un cargamento de cocaína.
En una de esas ocasiones, los agentes, que simulaban ser narcotraficantes, registraron cómo cerraban el negocio en la ciudad de Medellín. Matthew S. Passmore, uno de los efectivos de la DEA que declara en la causa, dijo que acordaron con Córdoba y sus socios conseguir cocaína en Colombia y Venezuela.
También, pactaron la ruta que haría la droga a través de América Central para llegar a los Estados Unidos.
Como parte del trato, Álvaro Córdoba les habría dado cinco kilogramos de cocaína de alta pureza para que los compradores verificaran su calidad. Por esa operación cobró 15 mil dólares.
Álvaro Córdoba era la «pieza clave»
A la DEA le tomó más de un año identificar la estructura narcotraficante en la que operaba el hermano de Piedad Córdoba. Un entramado que involucra a las disidencias de las FARC de Gentil Duarte.
La agencia estadounidense armó progresivamente un organigrama de toda esa organización y fue así como se toparon con Álvaro Córdoba.
Ya los agentes habían identificado la relación de las FARC con carteles mexicanos y eventualmente identificaron que era Córdoba el enlace entre los dos grupos. Semana describe al hermano de la senadora electa como «la pieza clave del negocio criminal».
Sin embargo, Córdoba logró eludir a las autoridades por mucho tiempo porque manejaba un bajo perfil, dice EEUU.
A pesar de eso, se encargaba directamente la compra de la droga a las disidencias FARC de Gentil Duarte. Había hecho contacto con ese grupo desde un año antes de que iniciara la investigación.
Alvaro Córdoba no actúa igual que el resto de los narcotraficantes que acostumbran a estar rodeados de lujos.
Por el contrario, pasaba desapercibido y prefería hacer los contactos en lugares discretos y personalmente. Por obvias razones, evitaba hablar de estos temas por teléfono y solo lo hacía para concretar algunos encuentros.
La acusación por tráfico de armas
Fuentes judiciales estadounidenses explicaron a Semana que los cargos por tráfico de armas pueden ser incluso más graves que los de narcotráfico.
Esto sucede porque se vinculan con delitos de terrorismo. Y en este caso hay relación con una organización armada calificada por EEUU como terrorista, las disidencias FARC de Gentil Duarte. Las penas por este delito pueden ir entre los 40 y 60 años de prisión.
Junto a Álvaro Córdoba, la policía detuvo también Álvaro Alonso Jaramillo y Libia Amanda Palacio. Pero habría otras capturas más en el marco de dicha operación.
Las autoridades ya identificaron a los encargados de recibir los cargamentos de droga desde los tres puntos en el Pacífico y camuflarlos en lanchas rápidas con rumbo a Centroamérica.
Es ahí donde entran los carteles mexicanos como protagonistas y socios de esta red, para cruzar la frontera y llevarlos a Norteamérica.