Ron David Alvárez, tiene 31 años y acaba de estar en Dubai, en la entrega de los Nobel de educación, como uno de los 50 mejores profesores del mundo. Se trata de un premio de la Fundación Varkey Profesor Global 2017, que otorga el Global Teacher Prize.“Yo voy a los lugares donde se encuentran los niños refugiados, para ofrecerles la oportunidad de estar dentro de una orquesta, muchos dicen que van a probar y después les va muy bien con la música, aunque nos entendemos por señas corporales”, dijo a El Político el joven venezolano que vive y da clases en Suecia a los refugiados de Europa. Álvarez, a los 14 años daba clases en el Sistema Nacional de Orquestas de su país y a los 16 ya era el Director del núcleo de la localidad en dónde vivía.
Por Luisiana Ríos P./El Político
Pregunta :¿Cómo llegaste a trabajar en Suecia?
Respuesta: Comencé a dar clases a nivel internacional, a través de una invitación que tuve en Groenlandia. Después de la creación de la orquesta de ese lugar, comencé a desarrollar diferentes programas. Fue entonces cuando me invitaron a Suecia para hacer un proyecto, que era la primera orquesta de refugiados. Hicimos un concierto el año pasado con más de 1000 refugiados de todas partes de Suecia y este año queremos hacerlo más grande. Además, en julio vamos hacer lo mismo en Grecia, con niños refugiados y otros que se están formado dentro del sistema de orquesta de Europa.
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P: ¿Cómo haces para enseñar a los niños refugiados que están en distintos lugares?
R: Para hacerlo, me la paso viajando por toda Suecia, entrenando docentes para que puedan continuar con el programa de formación del sistema y todo el mundo pueda manejar el mismo repertorio. Ese es el secreto, que todo el mundo tenga la misma estructura.
P: ¿Es diferente enseñar cuando los estudiantes son niños refugiados ?
R: Sí, hay mucha diferencia, porque todos los niños que vienen de los campos de refugiados han pasado por traumas muy severos, con 13 o 14 años han pasado por varios países y han visto la muerte de cerca, de modo que los traumas son muy grandes. Además, no manejan el idioma del país donde se encuentran, entonces nos toca enseñarles con el movimiento del cuerpo.
P: ¿Te da nostalgia no enseñar en Venezuela?
R: Claro, una de las cosas que me ha pegado muchísimo es eso, aunque siempre trato de regresar a Venezuela para enseñar. Pero antes de venirme al exterior, trabajé en los refugios de las vaguadas en mi país, eso me dio bastante experiencia a la hora de trabajar con niños que han perdido sus casas en situaciones de emergencia. Entonces, aunque no estoy en mi país, le estoy dando buenas noticias, sobre todo en estos momentos cuando no las hay.
P: ¿Cuáles son tus sueños?
R: Mi deseo es que este tipo de orquesta pueda multiplicarse, no solamente en los países de Europa que están recibiendo refugiados, si no multiplicar los que enseñó el maestro José Antonio Abreu (fundador de El Sistema de Orquestas), en en esos países donde se puede usar la música como inclusión. No sé cuánto tiempo pase aquí en Suecia, pero la idea es que pueda experimentar en otros países, trabajar en el proyecto, formarlo, crearlo y dárselo a alguien para que continúe con eso
P: No ganaste el premio como el mejor profesor del mundo, pero ¿qué te queda después de haber compartido con los 50 mejores profesores en la ceremonia de Dubai?
R: Fueron muchísimos logros y uno de lo más importantes, es que conocí a personas maravillosas que me espiraron muchísimo. Entre ellos, un profesor como el de España llamado David Calle, quien logró inspirarme en su master class. También un profesor de Kenia que enseñaba ballet y otro profesor de Brasil que con sus niños, descontaminan los ríos. Además tuve la oportunidad de tener un discurso en un panel que se llamaba “Educación en emergencia”, en donde estaba la directora de la Unesco, el director de “Dubai Care”, un deportista del equipo olímpico de refugiados y ahí tuve la oportunidad de explicar lo que era el sistema y la labor importante de éste dentro de situaciones de emergencia. En esa conferencia muchísima gente después se me acercó y me dieron su feed back, hubo mucho aprendizaje y fue un tremendo viaje.
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— Ron Davis Alvarez (@rondavisalvarez) March 23, 2017
P: ¿Tienes un mensaje para los venezolanos que están desesperanzados con ganas de triunfar como tú?
R: Dentro de Venezuela o fuera de ella, uno siempre tiene que apostar por dar lo mejor, ayudar a otras personas. Una de las cosas que debemos mejorar y sobre todo en Venezuela, es pensar cómo puedo aportar desde nuestro oficio, porque yo pienso que cuando lo hacemos con la mejor intención, siempre se regresan cosas buenas. Uno debe dar sin pensar qué va recibir, yo nunca me imaginé estar nominado a este premio y tener la oportunidad que hubo en Dubai, uno tiene que ser muy positivo y aunque las cosas estén mal, debemos tratar de ver todo desde otro ángulo para no dejar de soñar. Yo creo que cuando te desesperas, es en ese momento cuando todo se pierde, así que siempre hay una esperanza y se debe trabajar por ello. Ese trabajo tiene que ser desde la parte individual de cada quien, de lo que podemos aportar, porque por ejemplo en Venezuela muchos están pendientes de un chanchullo (trampa) que no permite que las cosas realmente avancen. Hay que hacer un análisis de cuánto nosotros aportamos a nuestro país y al mismo tiempo tener la madurez para exigir, debe haber un balance entre ambas cosas. Mi mejor consejo es trabajar duro por nuestro país, desde cualquier lado donde te encuentras, siempre demostrando lo importante que es ser venezolano. Porque nosotros somos únicos, creo que tenemos un carisma que nos define, entonces aprovechemos eso para cosas buenas.