El Ministerio de Exteriores de Rusia anunció este miércoles que de no llegarse a un acuerdo con Estados Unidos, los diplomáticos y empleados de la Embajada de la nación norteamericana en Rusia y de los consulados que lleven más de tres años destinados en Rusia, proseguirán las expulsiones diplomáticas. Así responde Muscú a la deportación por parte de Washington de 55 diplomáticos rusos.
El Político
Así adquiere un mayor fragor la crisis combinada de expulsiones de diplomáticos entre ambas naciones. El Correo de Bilbao, España, e Indepent, del Reino Unido, ambos medios digitales, reseñan que el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, explicó este miércoles que EEUU aún tiene tiempo para parar la expulsión de sus diplomáticos. Declaró que las autoridades estadounidenses establecieron dos fechas en las que los trabajadores de las misiones diplomáticas rusas deben abandonar los Estados Unidos. Son a finales de enero y a finales de junio.
El embajador ruso en Washington, Anatoly Antonov, declaró que los diplomáticos rusos tendrán que salir de Estados Unidos para el 30 de enero. Y otros 27 seis meses después. Rechazó el argumento del Departamento de Estado según el cual las visas de los diplomáticos estaban por vencer, afirmando que la negativa del departamento de prorrogar esas visas equivale a una expulsión.
Rusia estima que en forma simétrica expulsará el número correspondiente de personal estadounidense de acuerdo con el mismo principio. Y porque está en contra de la situación, propone que se rectifique la medida.
?#Zajárova: EEUU ha introducido un límite de 3 años para la estancia de los diplomáticos rusos en el país.
☝️ Nos proponemos reaccionar adecuadamente.
❗️ Para el 31 de enero de 2022, deberán abandonar Rusia los empleados de @USEmbRu que hayan estado aquí más de 3 años. pic.twitter.com/Vrq38kSnqp
— Cancillería Rusia ?? (@mae_rusia) December 1, 2021
Expulsiones diplomáticas a granel
En octubre, Washington exigió a 55 diplomáticos rusos que abandonaran el país. Entonces aclaró que no se trata de expulsiones, ya que los afectados por la medida pueden ser sustituidos por otros miembros del Cuerpo Diplomático. El Departamento de Estado de la nación norteamericana sostuvo que estos procedimientos no tienen carácter punitivo. Y que se introdujeron para garantizar la paridad entre las misiones diplomáticas de Estados Unidos y Rusia.
Con antelación, en abril, Estados Unidos expulsó a diez diplomáticos rusos. A la sazón esgrimió que entre ellos había agentes de los servicios secretos. Rusia lo negó y echó de su territorio a diez miembros del personal de la Legación norteamericana. A la que adicionalmente se le prohibió contratar empleados rusos. Una de las consecuencias fue que se paralizó la emisión de visados por falta de personal consular.
La crisis diplomática entre los dos países se desató en diciembre de 2016, cuando el entonces presidente Barack Obama, a poco del final de su mandato, expulsó a 35 diplomáticos rusos e incautó a su Embajada dos mansiones. Una en Centreville (Maryland) y la otra en Glen Cove, en Long Island (Nueva York). Estos lujosos edificios, argumentó la Casa Blanca entonces, fueron utilizados como nidos de espías.
Desde entonces, Rusia y Estados Unidos no cesan de intercambiar expulsiones. Ya con Donald Trump al frente del país, el presidente ruso Vladímir Putin deportó a 755 diplomáticos y empleados administrativos, cifra sin precedentes en la historia de las relaciones entre Moscú y Washington.
Adicionalmente, Estados Unidos y Rusia han intercambiado restricciones y expulsiones a niveles no vistos desde el fin de la Guerra Fría. Todo parecer indicar que ahora la aspirada anexión de parte de Ucrania por parte de Rusia y su injerencia en las elecciones estadounidenses, como sus ataques cibernéticos, pasan a ser parte de las fricciones diplomáticas.
Fuentes: El Correo / Intependent