Daniel Ortega, líder sandinista que ostenta el poder en Nicaragua, lanza una nueva ofensiva contra opositores. Basado en el modelo cubano, con el que se identifica ideológicamente, Ortega modifica leyes, restringe libertades y persigue a quienes disienten del sistema de gobierno que encabeza.
El Político
Está previsto que en 2021 haya elecciones en Nicaragua. Desde ya, Daniel Ortega y su aparato represor se han puesto en marcha para asegurarse la permanencia en el poder. Con un año de antelación a los comicios, la persecución policial a la oposición es el pan de cada día. La participación política, ya sea individual, o de las organizaciones partidistas, se dificulta en ese entorno.
También hay acoso fiscal contra los medios de comunicación que luchan por mantenerse independientes e imparciales. La libertad de expresión sufre afrentas diarias, mientras crece el control gubernamental sobre las redes sociales. La idea es acallar toda posibilidad de disenso, según se lee en Infobae.
Menú de leyes cubano-venezolano
La independencia de poderes no existe en Nicaragua. Tal como en Cuba y Venezuela, el poder legislativo es un apéndice del poder ejecutivo. Aunque se permite la participación opositora, y eso contribuye a dar una impresión democrática, en el parlamento se impone la hegemonía oficialista.
En estas condiciones, el congreso discute tres leyes que el propio Daniel Ortega envió, confiado en que serán aprobadas: “Regulación de Agentes Extranjeros”, “Especial de Ciberdelitos” y una reforma constitucional que tiene como fin establecer la cadena perpetua. La constitución vigente establece como pena máxima el cumplimiento de 30 años de prisión.
El encarcelamiento de por vida se aplicaría a quienes cometan "crímenes de odio", una expresión que usa mucho el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
La oposición de Nicaragua advierte que cada una de esas leyes están dirigidas a controlarlos. La que más terror imprime es la reforma constitucional para crear la cadena perpetua. Es una forma de desestimular la participación política y el derecho a protestar y disentir, advierten.
Crean condiciones favorables al sandinismo para las elecciones en 2021
El caso de Nicaragua es similar al de Venezuela. Son naciones donde se vota, pero no se elige. Las condiciones para elecciones democráticas reales no están dadas. Daniel Ortega lleva 13 años en el poder. Los preparativos comiciales se producen en un ambiente de gran tensión, advierte la Voz de América.
Ortega inició cambios con miras a las elecciones de 2021. Valiéndose del control que tiene del Consejo Supremo Electoral, ordenó tomar medidas en torno a la personalidad jurídica de los partidos políticos. Las organizaciones deberán legalizar su situación ante el ente comicial en un plazo máximo de cinco meses antes de las elecciones.
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