Este jueves, 23 de noviembre, Daniel Noboa, hasta ahora presidente electo de Ecuador, asumirá el cargo de manera formal.
El Político
Tras su juramentación, Noboa, un joven empresario con poca experiencia en las lides políticas, quedará investido como primer mandatario.
A partir de entonces, el dirigente comenzará una gestión que se extenderá por no más de 16 meses.
El año y cuatro meses de gobierno responde al hecho de que Daniel Noboa será el responsable de completar el periodo que correspondía a Guillermo Lasso.
El jefe de Estado saliente abandonará la Presidencia de manera anticipada, luego de apelar al principio de “muerte cruzada”.
En mayo de este año, ante una posible destitución por parte del Parlamento, Lasso disolvió ese órgano.
Al hacerlo – y para cumplir con la regla constitucional – el gobernante también tuvo que acabar con el Ejecutivo.
A partir de ese momento, Guillermo Lasso pasó se ser mandatario en funciones y le correspondió convocar comicios generales.
En las elecciones se impuso Daniel Noboa, cuyo padre, el también empresario Álvaro Noboa, compitió por la Presidencia de Ecuador sin mayor éxito.
Tras lograr el objetivo que le resultó esquivo a su progenitor, el nuevo gobernante se hará cargo de un país con retos de grandes dimensiones.
Violencia e inseguridad
El afianzamiento del narcotráfico dentro del territorio ecuatoriano ha desatado una crisis de inseguridad que no tiene precedentes.
De acuerdo con la organización de monitoreo InSight Crime, Ecuador contabilizó más de 4.600 asesinatos en el transcurso de 2022.
La nación andina también exhibe 25.9 homicidios por cada 100.000 habitantes, lo que le sitúa dentro de las peores evaluadas en América Latina.
La violencia se puso de manifiesto, incluso, en la campaña presidencial. El 10 de agosto, un sicario atentó contra Fernando Villavicencio.
El dirigente, que competía para llegar al Palacio de Carondelet, recibió un impacto de bala en su cabeza.
Pese a ser trasladado de emergencia y a recibir ayuda a los pocos minutos, Villavicencio no logró sobrevivir.
Su asesinato conmocionó a Ecuador, una nación poco acostumbrada a incidentes como el que se evidenció aquel día.
Economía prepandémica
Tras casi un año del fin de la pandemia por Covid-19, la economía de Ecuador se mantiene en estado de inercia.
El país, que intenta retomar el ritmo para ir hacia la recuperación, se enfrenta, a su vez, a un escenario de desajuste en la balanza.
Especialistas apuntan que la nación andina tiene una deuda pública que representa 62% de su producto interno bruto (PIB).
Más de la mitad de la población en edad activa (60%) se encuentra en empleos precarios, muchos de ellos dentro del sector informal.
A ambos problemas se suma la suspensión de los trabajos en el Parque Nacional Yasuní. El petróleo que está en esa zona no podrá ser extraído.
La decisión, que implica una pérdida de al menos 2.000 millones de dólares, estuvo avalada por los propios ecuatorianos.
De hecho, fueron los ciudadanos quienes, mediante referendo, optaron por no seguir extrayendo crudo que está en el subsuelo del Parque Nacional.
“Correísmo” al acecho
Pese a haber ganado la Presidencia, el partido Acción Democrática Nacional (la tolda de Daniel Noboa) será minoría dentro del Parlamento de Ecuador.
La organización tendrá 17 representantes en una cámara que está conformada por 137 legisladores.
En ese recinto, la mayoría la tendrá Revolución Ciudadana, la agrupación liderada por el hoy ex presidente, Rafael Correa.
El denominado “correísmo” ocupará 51 escaños que no le alcanzan para la mayoría calificada, pero que sí le bastan para ser una piedra en el zapato.
Pese a perder las presidenciales, Revolución Ciudadana ha demostrado ser un movimiento con músculo, capacidad de organización y poder de convocatoria.