La administración Biden ha cambiado varias veces de posición, sobre la posibilidad de invitar a los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela, a la Cumbre de Las Américas.
El Político
En un principio, la idea era no permitir la participación de estos tres países. Sin embargo, México reaccionó, indicado que no participaría, sin la presencia de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Esto hizo que la Casa Blanca cambiara de estrategia. Evaluó la posibilidad de recibir a un representante de Cuba, pero en calidad de observador. Alternativa que no le gustó al régimen de La Habana. Igualmente, Bolivia no ve con buenos ojos la exclusión de esas tres naciones a la cita del hemisferio.
¿Invitarán a Cuba, Venezuela y Nicaragua a la Cumbre de las Américas? https://t.co/AeUq1X9vxk
— Gabriela Frías (@gfrias) May 24, 2022
La Cumbre propiamente dicha
La IX Cumbre de las Américas se celebrará en la ciudad de Los Ángeles, del 6 al 10 de junio. Pero todavía no está claro cuáles presidentes acudirán a la cita, que debiera reunir a todos los países del hemisferio occidental.
Por su parte, Brasil ha indicado que no va a participar en la Cubre. Pero aduce motivos de salud del presidente Jair Bolsonaro.
El origen
Por iniciativa del entonces presidente Bill Clinton, la Cumbre nació en 1994. Eran tiempos cuando el mundo vivía una ola democratizadora.
Había caído el muro de Berlín. Nacían nuevas democracias en el centro y este de Europa, también en Latinoamérica.
La maduración de esa expansión democrática fue la firma en 2001 de la Carta Democrática Interamericana, que venía a remachar ese histórico momento para la democracia en el mundo civilizado.
La continuidad
Durante casi tres décadas la Cumbre funcionó bastante bien, con encuentros cada tres o cuatro años.
La ambición inicial en la mente estadounidense, compartida por muchos gobiernos, era avanzar hacia un Área de Libre Comercio de las Américas – ALCA.
Se vivían tiempos históricos de gran impulso globalista. Pero la llegada al poder en Venezuela de Hugo Chávez en 1999, así como de otros mandatarios afines a lo largo de la siguiente década, abortó la integración comercial a nivel hemisférico.
No obstante, la Cumbre siguió sirviendo como foro. Allí, todos podían reunirse, dialogar y visibilizar alianzas, con una creciente importancia.
También la Cumbre ha seguido de escenario para actividades paralelas de entidades de la sociedad civil y del mundo empresarial.
Cuba improvisa una Cumbre del Alba en respuesta a la Cumbre de las Américas https://t.co/d8b8zXmWWk pic.twitter.com/QhYMWzQ6D2
— 14ymedio (@14ymedio) May 24, 2022
Las manzanas de la discordia
La VIII Cumbre, celebrada en Panamá en 2015, por primera vez sumó a Cuba. Esto tuvo su efecto sobre el sentido inicial de la fiesta democrática del hemisferio.
Siguió un progresivo deslizamiento hacia la dictadura, ya sin complejos, de Venezuela y Nicaragua, junto a la falta de apertura de Cuba.
Además, la adopción de tics autoritarios de los presidentes de Bolivia, El Salvador y —en cierta medida— de los de Brasil y México, comenzaron a socavar el marco conceptual de la Cumbre.
Pero la Cumbre sobrevivió a las embestidas antiimperialistas. Sobre todo de Hugo Chávez, desde Venezuela; Rafael Correa, desde Ecuador y Evo Morales, desde Bolivia.
Por otra parte, el populismo de Donald Trump dañó seriamente la Cumbre de las Américas, al no acudir a la cita de Lima, Perú, en 2018.
Analista prevé sanciones por parte de Estados Unidos si AMLO no asiste a la Cumbre de las Américas: “Se está poniendo del lado equivocado”.#Latinus #InformaciónParaTihttps://t.co/rz8egW4LAS
— Latinus (@latinus_us) May 18, 2022
Lo último
La administración de Joe Biden, luego de un nuevo giro en su política exterior, ha intentado atraer a los posibles presidentes disidentes.
Ha anunciando la semana pasada algunas medidas de gracia hacia los regímenes de Cuba y Venezuela, con la posibilidad de incluirlos en la cita de Los Ángeles.
Adicionalmente, la Casa Blanca está volcada a estimular la presencia de México, Argentina, Chile y Honduras, naciones que se han manifestado preocupación con la selección de invitados hecha por la Casa Blanca.
En todo caso, la Cumbre de Las Américas sigue siendo una fiesta democrática. Ha sobrevivido a críticas y desplantes. Pero continúa siendo un faro en el hemisferio, para alumbrar el camino del mundo civilizado.