La cumbre que mañana protagonizarán en Ginebra el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y de Rusia, Vladimir Putin, definirá si algún tipo de diálogo entre ambas potencias es posible, como lo fue en 1955 o en 1985, momentos de gran tensión y de múltiples amenazas mutuas, incluyendo la nuclear, que aunque no se resolvieron, sí se apaciguaron en esta misma ciudad, conocida por ser la capital de la paz.
El Político
Ginebra, la principal ciudad de habla francesa de Suiza, es vista con agrado por rusos y estadounidenses, que están muy acostumbrados a encontrarse en estas tierras, sea para discretas discusiones o para negociaciones políticas al más alto nivel, como las que les permitieron avanzar en cuestiones de desarme, cerrar el tratado nuclear con Irán o acordar la eliminación de las armas químicas que poseía Siria.
Algunas tentativas diplomáticas que también se desarrollaron recientemente en Ginebra tuvieron menos éxito, como la que pretendía propiciar un arreglo político a la guerra en Siria o la que promovía más recientemente la reunificación de la isla de Chipre, ambas bajo el auspicio de Naciones Unidas, que tiene su sede europea en esta misma ciudad, reportó Infobae.
Biden se prepara con asesores
El presidente de Estados Unidos Joe Biden está aprovechando el tiempo fuera de las reuniones de la cumbre en su gira europea; de esta semana para realizar intensos preparativos antes de sus conversaciones con Vladimir Putin, según los funcionarios; mientras trabaja para evitar los obstáculos que sus predecesores enfrentaron en sus confrontaciones con el líder de Rusia.
La mayoría de sus reuniones formales de esta semana han comenzado después del mediodía, dejando las mañanas libres para las consultas con los asesores, reportó CNN.
Ha mantenido largas sesiones de preparación con altos funcionarios, como el secretario de Estado Antony Blinken; y el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan, para discutir la amplia gama de temas que tiene previsto plantear a Putin, desde los ciberataques hasta Siria y Ucrania.
El presidente también ha pedido a los líderes extranjeros del G7, incluida la canciller alemana Angela Merkel; que le den su opinión mientras prepara la reunión en Ginebra, según personas familiarizadas con las conversaciones.
Putin apuesta al pragmatismo
Vladímir Putin, acudirá mañana a su primer encuentro cara a cara con su homólogo de EEUU, Joe Biden, sin ilusiones acerca de una posible mejora de las relaciones; pero decidido a apostar por el pragmatismo y abierto a cooperar en áreas como la estabilidad estratégica y la ciberseguridad.
"No espero grandes avances", dijo el líder ruso pocos días antes de la cumbre que tendrá lugar en la Villa La Grange de Ginebra, reportó Infobae.
Putin, quien ha reconocido que las relaciones entre Rusia y EEUU se encuentran en su "punto más bajo" en décadas; a lo máximo que aspira en la cita es a restaurar "los contactos personales, el diálogo directo y crear mecanismos funcionales en áreas de interés mutuo", según ha dicho.
Esas áreas son la estabilidad estratégica y el control de armas, el clima, la búsqueda de soluciones a conflictos regionales; la ciberseguridad y la lucha contra el terrorismo y el coronavirus.
Sin rueda de prensa conjunta Biden-Putin
Biden no tiene previsto celebrar una rueda de prensa conjunta con Putin tras la cumbre, sino que prefiere hablar con los periodistas en solitario.
Los funcionarios dicen que Rusia presionó para que se celebrara una conferencia de prensa conjunta durante las negociaciones sobre la cumbre.
Pero Estados Unidos se resistió porque no quería dar a Putin una plataforma; como la que tuvo tras la cumbre con el presidente Donald Trump en Helsinki.
Los funcionarios también dijeron que estaban conscientes del deseo de Putin de parecer que había sacado ventaja de un presidente de EE.UU., y querían evitar una situación que se convirtiera en una competencia en público.
«No se trata de una contienda sobre quién puede hacerlo mejor ante una rueda de prensa o tratar de avergonzar al otro»; dijo Biden el domingo para explicar la decisión.