Con actos en la Isla Mauricio, una verdadera isla donde el nivel de vida está lejos de la pobreza, y conviven múltiples religiones, el Papa reiteró su solidaridad con los pueblos africanos. A las 19.00, hora local, está previsto que regrese en avión a Antananarivo, la capital de Madagascar, donde el Papa Francisco pasará la noche. El regreso al Vaticano está previsto para mañana martes 10 de septiembre.
El Político
La agenda del Papa Francisco en la Isla Mauricio ha sido tan din{amica como los recorridos realizados en Mazambique y Madagascar. Después de la ceremonia de bienvenida en presencia del Primer Ministro de Mauricio Pravind Kumar y del Cardenal Maurice Piat, Obispo de la ciudad, se dirigió al monumento dedicado a María, Reina de la Paz.
Inaugurado en 1940 en acción de gracias por la preservación del país durante la Primera Guerra Mundial, en el monumento celebró la Santa Misa, a las 10.15 hora de Italia.
Encuentro con los obispos y las autoridades
El Papa almorzaró en el episodio de Port Louis con los cinco obispos de la Conferencia Episcopal del Océano Índico, que reúne a los obispos de Mauricio, Seychelles, Reunión y Comoras, para luego dirigirse al Santuario dedicado al Padre Laval.
Hoy lunes en la tarde está en el Palacio Presidencial de la isla, reunido con el Jefe de Estado Barlen Vyapoory y luego con el Primer Ministro, y el discurso ante las autoridades políticas, la sociedad civil y el cuerpo diplomático.
Crónica de un recorrido
Tres importantes poblaciones recorrió Francisco en esta gira: Mozambique, MAdagascar y Mauricio, poblaciones con diversas características.
El llamado "papa de los pobres" llegó a Mozambique 31 años después de la última visita de un pontífice a esa nación. Fue recibido por el presidente Filipe Nyusi en el aeropuerto de Maputo, la capital, y se le vio disfrutar de
las danzas locales y de la ceremonia de bienvenida. Fue aplaudido por decenas de miles de personas.
Durante su visita habló del frágil proceso de paz de Mozambique, la devastación causada por dos ciclones este año que acabaron con la vida de al menos 600 personas y las próximas elecciones generales.
El presidente Filipe Nyusi y el líder de Renamo, un antiguo grupo rebelde reconvertido en el principal partido de la oposición tras la guerra civil de 16 años que golpeó a esta excolonia portuguesa, firmaron un histórico acuerdo de paz que establece los términos del alto el fuego entre las dos partes y compromete a los signatarios a celebrar elecciones generales pacíficas el 15 de octubre.
El papa Francisco recibió de regalo un báculo pastoral realizado con madera que perteneció a una casa destruida por el ciclón Idai y el decidió usarlo durante la multitudinaria misa que celebró en el estadio de Zimpeto,
con la cual culminó su visita a Mozambique.
Segunda parada: Madagascar
El Papa continuó su gira en Madagascar, una de las naciones más pobres de África, con más del 90 por ciento de sus 25 millones de habitantes viviendo con menos de dos dólares por día, según el Programa Mundial de Alimentos de la ONU. Allí se reunió con el presidente Andry Rajoelina, quien
asumió el cargo en enero de este año después de una elección muy disputada.
Posteriormente, Francisco recorrió unos 13 kilómetros en el papamóvil por las calles de Antananarivo, la capital de Madagascar, donde miles
de fieles se congregaron para saludarlo. Madagascar es la isla más grande de África y la cuarta más grande del mundo. En su territorio hay multitud de especies únicas en el mundo, un 80% de ellas endémicas, siendo las más notables los lémures (un infraorden de primates), el fosa carnívoro, cinco familias endémicas de aves y seis especies endémicas de baobabs.
La mayoría de sus habitantes tiene creencias tradicionales, son cristianos, o una amalgama de ambos. En esta gira, el Papa visitó el palacio de gobierno, se reunió con las autoridades nacionales y con el Cuerpo Diplomático; fue al monasterio de la Carmelitas Descalzas, donde relató la historia de santa Teresa de Lisieux, que le acompaña siempre en su vida. La historia
de la santa francesa ayudó al pontífice a exhortar a las monjas a practicar la caridad y mejorar la vida en comunidad.Posteriormente se reunió en la catedral con los obispos de Madagascar, rezó en la tumba de la beata Victoire Rasoamanarivo y estuvo en una vigilia con jóvenes.
El domingo el Papa Francisco celebró la santa misa en un campo diocesano, y en la cual participaron unos 800.000 fieles. Más tarde, los cantos de unos 5.000 niños lo acompañaron cuando visitó a Akamasoa, el barrio de la
capital de Madagascar construido gracias al tesón del misionero argentino Pedro Opeka, quien hace 30 años rescató de un basurero a miles de menores y se propuso luchar para que tuvieran una vida digna.
Francisco pudo comprobar en primera persona la labor de este misionero: las casas de colores distribuidas por la colina, los ambulatorios y maternidades para atender a las mujeres que antes morían al parir en lugares insalubres, las calles asfaltadas y 300 escuelas en las que se educa
a 15.000 niños, pabellones deportivos, electricidad y agua potable.
Luego presidió una oración con los trabajadores y se reunió con los sacerdotes, religiosas, consagrados y seminaristas en el Collège Saint Michel.
Tercera parada: Mauricio
Para la visita del Papa Francisco a la República de Mauricio, la diócesis de Port-Louis, su capital, está tomando dos iniciativas a favor de la ecología: la
plantación de 100.000 plantas en un período establecido de pocos meses y el compromiso de gestionar los residuos. Según el padre Jean Maurice Labour, el pueblo mauriciano pondrá en práctica en su país la Encíclica sobre la Ecología. Francisco bendijo un cierto número de estas plantas que serán sembradas luego de una alianza entre la diócesis y la ONG Proyecto Sociedad.
Una visita para toda la diversidad religiosa
Sobre esta visita, el cardenal local Maurice Piat destacó que “no seríá una visita del papa católico sino al pueblo mauriciano en toda su diversidad religiosa”. Esta pequeña república tiene un 52% de población hindú pero una importante minoría católica, que suma el 30% de sus habitantes, mientras que18% son musulmanes.
Mauricio es una república dentro de la Commonwealth, con una democracia estable con elecciones libres regulares y un récord positivo de respeto a los derechos humanos. Ha atraído considerables inversiones
extranjeras logrando uno de los ingresos per cápita más altos de África.
El Papa se despidió con un mensaje a la juventud:
"Qué duro es constatar que, a pesar del crecimiento económico que tuvo vuestro país en las últimas décadas, son los jóvenes los que más sufren, ellos son quienes más padecen la desocupación que provoca no sólo un futuro incierto, sino que además les quita la posibilidad de sentirse actores privilegiados de la propia historia común", destacó.
"Un futuro incierto que los empuja fuera del camino y los obliga a escribir su vida al margen, dejándolos vulnerables y casi sin puntos de referencia ante las nuevas formas de esclavitud de este siglo XXI", prosiguió.
El Papa dijo que los jóvenes "son nuestra primera misión". "¡No nos dejemos robar el rostro joven de la Iglesia y de la sociedad; no dejemos que sean los mercaderes de la muerte quienes roben las primicias de esta", insistió.
Con información de Vaticano noticias, EFE, Reuters, France 24, portal El
Estímulo, Aciprensa y Clarín