El programa de “Departamento de Eficiencia del Gobierno” (Doge) de Elon Musk fue demandado pocos minutos después de que Donald Trump asumiera el cargo, debido a que se cuestiona su legalidad y que presuntamente viola normas federales de transparencia sobre divulgación, contratación y otras prácticas.
Así fue informado en Estados Unidos por el diario The Washington Post, propiedad de Jeff Bezos, millonario tecnológico que estuvo presente este lunes en la investidura de Trump.
El bufete de abogados National Security Counselors dice en la demanda que el panel de eficiencia de Musk cumple con los requisitos para ser considerado un "comité asesor federal", una entidad legal regulada para garantizar que el gobierno reciba asesoramiento transparente y equilibrado.
Sin embargo, acusan que no tiene una representación "bastante equilibrada", no mantiene registros de sus reuniones y no está abierto al escrutinio público, como debería ser para cumplir la ley.
“Todas las reuniones del Doge, incluidas las realizadas a través de un medio electrónico, deben estar abiertas al público”, afirma la demanda, que señala que los empleados se comunican a través de aplicaciones de mensajería.