Unos 300 cubanos varados en México luego de que Estados Unidos canceló su política de asilo político se manifestaron en un puente fronterizo de la ciudad norteña de Nuevo Laredo para pedir al presidente Donald Trump que les permita entrar a territorio estadounidense.
"Presidente Trump, no seremos una carga para Estados Unidos", se leía en una de las pancartas enarboladas por manifestantes a un lado de las banderas estadounidense y cubana.
En cartulinas, algunos cubanos pedían ayuda y trabajo mientras que otros recordaban que salieron de la isla en busca de libertad ante un régimen que "viola" sus derechos.
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Se estima que desde enero hay unos 1.000 cubanos varados en Nuevo Laredo, fronteriza con la ciudad estadounidense de Laredo, en el estado de Texas, luego de que el mandatario Barack Obama cancelara poco antes de terminar su mandato y tras un acuerdo con Cuba la política de asilo político Ley de Ajuste Cubano, conocida como "pies secos, pies mojados".
Los cubanos viven en albergues de organizaciones religiosas y civiles que realizan campañas de apoyo a migrantes.
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El Instituto de Migración mexicano puso en marcha el viernes un programa para que a los cubanos se les reconozca una estancia en México por razones humanitarias y se les autorice a trabajar.
En una primera etapa, se espera beneficiar a 273 cubanos.
A finales de enero, México repatrió a 161 cubanos que se encontraban en la frontera con Guatemala y que intentaban llegar a Estados Unidos.