Cuba anunció nuevas regulaciones para el sector de la vivienda en la isla, uno de los más deprimidos y con precios prohibitivos para el cubano medio, que ahora podrá adquirir casas sin terminar o legalizar viviendas construidas sin la documentación establecida.
Redacción El Político
Las regulaciones, publicadas este martes en la Gaceta Oficial de la República, se deben a la necesidad de ajustar las nuevas políticas del Gobierno cubano a las "circunstancias actuales", proceso que forma parte de las reformas impulsadas por el presidente Raúl Castro en su afán de "actualizar el modelo económico cubano", reseña EFE.
En las normativas destaca la venta "por una única vez" de 16.887 viviendas sociales en ejecución a ciudadanos de la isla, que puedan pagar el valor de transferencia del inmueble y lo terminen dentro de cinco años, periodo en el que se deberán habilitar y legalizar las viviendas.
De no cumplirse el plazo, el inmueble regresará al Estado, que devolverá al beneficiado el dinero pagado hasta el momento, explica el estatal diario Granma en un extenso artículo.
La cobertura habitacional es uno de los temas más sensibles en la isla, que desde hace décadas solo construye nuevas viviendas sociales para afectados por los frecuentes huracanes que azotan el país caribeño o damnificados por derrumbes debido al mal estado de algunos edificios.
La crisis extrema en la que se sumió Cuba tras la desaparición de la Unión Soviética, a inicios de la década de 1990, provocó que miles de viviendas quedaran a medio terminar por toda la isla, reduciendo las posibilidades de los cubanos de adquirir inmuebles a precios controlados.
Después de cinco décadas de prohibiciones, el Gobierno cubano autorizó en noviembre de 2011 la compraventa, permuta, donación y adjudicación de viviendas entre personas naturales cubanas con domicilio en el país, en gran medida para reordenar un sector marcado por las ilegalidades.
Debido al incremento de la población, la escasez de inmuebles y a pesar de las normas que fijaron el valor legal de la compraventa, los precios de las viviendas se han disparado hasta sumas prohibitivas para el bolsillo de la inmensa mayoría de los ciudadanos de la isla, con un salario medio de cerca de 25 dólares.
Muchos cubanos no declaran el monto real de la operación para evadir el tributo del 4 % sobre el monto de la compraventa, por lo que el Estado decidió ahora establecer un valor referencial de las viviendas solo para el cálculo del pago de impuestos.
El monto referencial no será el valor legal del inmueble y solo se usará para los cálculos complementarios.
Este valor de referencia no tendrá que ser fijado por personal especializado y se determinará teniendo en cuenta aspectos como la cantidad de habitaciones, su localización, el tipo de construcción y las facilidades urbanísticas.