Los temores expresados por varios congresistas republicanos y el director de la Administración de Seguridad del Transporte de Estados Unidos (TSA) sobre la seguridad en los aeropuertos cubanos fue debatida hoy por Cuba, que afirmó que no hay peligro con los vuelos que vengan o salgan del país.
María Silvia Espinoza/ El Político
El jefe del Departamento de Seguridad de la Aviación, del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba (IACC), Armando Darío Garbalosa Cruz, expresó que no hay razones para temer en los aeropuertos del país y que no se ha detectado ningún tipo de amenaza.
El funcionario manifestó sorpresa por la postura asumida en varios sectores del gobierno y el Congreso estadounidense con respecto a la seguridad en los aeropuertos cubanos, pues la relación entre ambos países en dicha materia se ha fortalecido desde 1990.
Garbalosa Cruz dijo declaró que en Cuba se han recibido 33 delegaciones estadounidenses en los últimos 15 años para tratar temas específicos de seguridad, con la intención de permitir a ambos países cumplir con las regulaciones internacionales referentes a la aviación civil.
Dado que el bloqueo o embargo económico a Cuba impide que viajes comerciales sean operados directamente hacia la isla, unos 500 vuelos fletados o “charters” son operados mensualmente, muchos de ellos utilizando aviones de empresas como American Airlines o Jet Blue y aeropuertos internacionales como los de Miami, Los Ángeles y Nueva York.
“En los últimos dos meses hemos conocido de diferentes declaraciones hechas por congresistas estadounidenses, principalmente republicanos. Atacan o cuestionan el nivel de seguridad aeroportuaria o de seguridad de la aviación de los aeropuertos en Cuba”, dijo Garbalosa Cruz a Cubadebate.
“Puedo asegurarles que la propia TSA y el Departamento de Seguridad de la patria del gobierno de Estados Unidos, desde hace alrededor de quince años están visitando nuestros aeropuertos. Han hecho 33 visitas coordinadas con nuestras autoridades aeroportuarias. Han constatado en el terreno, en nuestros aeropuertos, el nivel de seguridad que tienen los mismos”, agregó.
El planteamiento del funcionario cubano surge en medio del proceso que mantienen empresas estadounidenses para lograr volar directamente a Cuba a partir de otoño, albergadas en liberaciones otorgadas por el presidente Barack Obama.
Su intención está siendo minada por congresistas republicanos que se oponen a la normalización de las relaciones con Cuba, quienes han hecho audiencias públicas para analizar cómo pueden salvaguardar la seguridad de los pasajeros y aviones que conecten de manera directa a Estados Unidos con suelo cubano.
El administrador de la TSA, Peter Neffenger, dijo al diario USA Today que “antes de que permitamos un vuelo que venga directamente de Cuba, nos aseguraremos de lo que hacen, y de hecho, que cumpla con todos los requisitos que exigimos en el último punto de partida”.
Es a raíz de ese escenario que Cuba ha optado por dar sus impresiones del tema.
“Estamos hablando de un intercambio que data desde el año 2000, mucho tiempo antes del restablecimiento de relaciones diplomáticas. Las autoridades competentes en materia de seguridad de la aviación del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba, y de la TSA, hemos venido trabajando de conjunto en estos temas, de manera coordinada, profesional y muy respetuosa”, sostuvo Garbalosa Cruz.
“Se ha considerado la importancia que tiene para la seguridad nacional, en este caso de nuestros dos países, porque lo que sale de Cuba por vía aérea es responsabilidad de Cuba, y lo que sale de Estados Unidos por vía aérea es responsabilidad de Estados Unidos”, afirmó.
Mientras, el objetivo de las aerolíneas de Estados Unidos de volar a Cuba sigue su curso y se espera que toquen aeropuertos cubanos en algún punto entre septiembre y noviembre de este año. A ello se suman servicios de mensajería aérea como FedEx, que ya anunció comienzo de operaciones para enero de 2017.
Con información de El Nuevo Día