Aunque con un mal servicio, limitaciones, censura y a un alto precio, los cubanos pueden ahora acceder a internet. Sin embargo, quieren mas y mejor conectividad y por eso se han reunido por primera vez periodistas, blogueros, políticos y distintas personalidades en la conferencia "Cuba Internet Freedom"en Miami, a fin de avanzar en el camino que los lleve a disfrutar de lo que ya es también, un derecho humano. El Político tuvo un encuentro con Alan Gross, el estadounidense que estuvo preso en Cuba durante cinco años, por llevar tecnología para tener internet en la isla, quien asistió a este evento, para ver qué puede hacer para promover este servicio en Cuba.
Por Luisiana Rios P./El Político
Gross, quien fue acusado por el gobierno de los Castro de "cometer acciones contra la integridad territorial del Estado" aclaró que "antes no estaba involucrado en asuntos de derechos humanos y hay personas que han criticado eso. Pero yo lo hice a propósito, porque no quería interferir en las discusiones entre los dos gobiernos, no quería poner en peligro a mis compañeros y a sus familias en Cuba".
Hoy en día, este estadounidense cree que eso, ya no es un impedimento para él. "Siento que tengo la responsabilidad de dar un paso adelante. Mi filosofía es que la información es alimento para el cerebro, quiere decir que sin ese alimento el desarrollo intelectual es inhibido. Y lo que el gobierno cubano ha hecho durante muchos años, es inhibir el desarrollo de las personas, negándoles el acceso al información".
Una de las mejores maneras para acceder a la información es a través del Internet. Y el gobierno de Cuba está dando pequeños pasos, hacia hacia la liberación del servicio". dijo Alan Gross.
Alan Gross celebra que al menos el acceso a internet está mejorando en Cuba y que el precio del servicio haya disminuido en ese país. "Antes la Internet era ilegal para la mayor parte de los cubanos, pero la legalizaron en junio del 2013 y en ese momento, el precio era de 6 $ por hora a 4,50 $ , ahora es de 2 $ . Y dos dólares es el diez por ciento del sueldo promedio en Cuba, ese sí es el problema. Si el cubano comienza a ganar un sueldo que le permita mejores condiciones de vida, el internet estaría más al alcance de todos".
"Si el gobierno de Cuba comienza a soltar su necesidad patológica de querer controlarlo todo, entonces más personas podrán tener acceso internet, pero debe ser reconocido que Cuba, no está yendo en dirección opuesta. Cuando más personas accedan en la internet y manden más mensajes de texto, el gobierno de Cuba tendrá menos posibilidad de bloquear vías. Ellos van a tener que abrirse, porque la única manera que Cuba pueda competir en los mercados mundiales, es sólo si su gente puede comunicarse en esos mercados. Ellos tienen que aprender a soltar poco a poco y con el tiempo".
Recordemos que el excontratista norteamericano, fue liberado como parte de un intercambio por tres espías cubanos que estaban presos en Estados Unidos. "Yo fui el que ganó y tuve ventaja con este intercambio, porque regresé a casa en los Estados Unidos, y los otros regresaron a Cuba. Yo oficialmente obtuve una liberación humanitaria y si le preguntas tanto al gobierno de Cuba como al de Estados Unidos, ambos dirán que salí de prisión por razones humanitarias", expresó Gross.
Creo que no es divertido perder la libertad, sin importar el país en el que estés. Para mí fue difícil pero ahora prefiero enfocarme más en los próximos cinco años, que en los cinco anteriores", aclaró Alan Gross.
Aunque Alan Gross recobró su libertad, el mismo día en que Cuba y Estados Unidos anunciaron el restablecimiento de sus relaciones, considera que él no fue un elemento importante para ese acuerdo entre los dos países. "Había un tercer individuo que sí era considerado como un elemento de valor para los Estados Unidos, era un cubano que probablemente me conviene no mencionar su nombre y que formaba parte de los agentes del grupo de "Los Cinco".
Fue este individuo quien fue cambiado por los tres espías, dijo Gross. "Yo era un peón para el gobierno de Cuba y el de Estados Unidos, sin embargo después me convertí, sin intención, en un catalítico, aunque ahora sí estoy haciendo las cosas con intención. Estoy feliz por eso y no me importa si el gobierno de Cuba está feliz, ese es su problema, no el mío".
Gross considera que su liberación fue un beneficio para los dos gobiernos, porque ambos resolvieron un problema que tenían, "no importa cuántas personas estuvieron envueltas, el verdadero asunto es que se arregló".
Gross está convencido de lo positivo que es la nueva relación entre Cuba y Estados Unidos, aunque estuviese preso todavía. "A lo largo de 55 años de enfrentamiento entre los dos países, no ha habido ningún beneficio, la posición rígida del gobierno americano no cambió nada en Cuba. Y cuando cambiamos nuestro método de discusión y nuestro nivel de beligerancia, el gobierno de Cuba comenzó a moverse".
LEA LA SEGUNDA ENTREGA DE "CUANDO EL INGENIO DEL CUBANO SUPERA LA CENSURA CASTRISTA EN INTERNET"(II)