En la serie de televisión "Seinfeld", hay un episodio en el cual uno de los amigos del protagonista se queja porque nada le sale bien. George Costanza no halla cómo ser exitoso o, al menos, efectivo. "¿Qué hago Jerry?", le pregunta a su amigo y éste le responde: "Haz lo opuesto". George queda sorprendido y pide que le explique, para lo cual Jerry expone que "si todos tus instintos están equivocados entonces hacer lo contrario es lo correcto".
El ejemplo viene a colación al pensar en las coordenadas políticas de la izquierda y la derecha. Desde la Revolución Francesa, hacia 1789, el juego de poder quedó tipificado entre liberales y conservadores, los primeros considerados de "derecha" (apoyaban al rey) y los segundos de "izquierda" (eran anti monárquicos) según el lado en el que se sentaban en el salón de la Asamblea Legislativa.
Gonzalo Morales Divo
La denominación quedó: la derecha es conservadora del status quo, la izquierda es disruptiva. Aunque hay muchas variaciones, que van del conservadurismo-liberalismo al capitalismo-comunismo, los extremos están allí y definen la mayoría de las dinámicas políticas.
Da la impresión que tal dualidad es sinónimo de balance, pero no es así, por lo menos en nuestro mundo actual. Poco a poco, y ahora a un ritmo más acelerado, las posturas se han ido radicalizando, alejándose del consenso e incluso enfrentándose de manera violenta. El Pew Research Center revela que:
"La nueva apología política proporciona una hoja de ruta para el panorama político fracturado de hoy:
- Los cuatro grupos de tipología de orientación demócrata destacan la diversidad racial y étnica del partido, así como la naturaleza difícil de manejar de la coalición demócrata actual. (…) Incluyen dos grupos muy diferentes de demócratas liberales: la izquierda progresista y los liberales del establecimiento. Izquierda Progresista, el único grupo mayoritario de demócratas blancos, no hispanos.
- (Por su parte) Los cuatro grupos de orientación republicana incluyen tres grupos de conservadores: los conservadores de Faith and Flag son intensamente conservadores. Los conservadores comprometidos también expresan puntos de vista conservadores en todos los ámbitos, pero con un tono algo más suave. La derecha populista, que tiene menos educación formal que la mayoría de los otros grupos de tipología y (…) tienen más probabilidades de vivir en áreas rurales, y la derecha ambivalente, el grupo alineado con el Partido Republicano más joven y menos conservador, tiene puntos de vista conservadores sobre el tamaño del gobierno, el sistema económico y cuestiones de raza y género.
- La única tipología de grupo sin una clara orientación partidista, Stressed Sideliners, también es el grupo con el nivel más bajo de compromiso político. Los marginados estresados, que representan el 15 % del público pero constituyeron solo el 10% de los votantes en 2020, tienen una mezcla de puntos de vista conservadores y liberales, pero se definen en gran medida por su mínimo interés en la política.
Por el lado liberal, las divisiones son tantas y diversas que solo basta numerarlas, apuntando que son el espejo cóncavo de las conservadoras: Izquierda Progresiva; Liberales del "Stablishment"; Demócratas "Mainstays"; Izquierdistas Outsiders; Marginados Estresados (¡pero de izquierda!). Es decir, las mismas tendencias pero en sentido opuesto.
Tales divisiones preocupan, porque implican una fragmentación que lleva la batalla política a la organización que se supone los aglutina. Por ejemplo, en el partido Republicano hay pugna entre trumpistas (radicales) y sectores más centristas de derecha y ahora más con su líder en la silla acusadora de un tribunal. Los sectores religiosos piden más protagonismo, otros quieren virar la atención hacia lo económico y así sucesivamente.
En el partido Demócrata la pugna no es menos intensa: los sectores centristas, que actualmente lideran, sienten la presión de los outsiders, de los liberales que piden mayor apertura (legalización del cannabis, matrimonio gay, aborto, etc.)
Entonces ¿Qué significa esto? ¿A dónde nos lleva? En la segunda parte de esta serie hablaremos de dónde está el equilibrio, de cuáles esfuerzos pueden hacerse para re-unificar la fragmentación política y simplificar la heterogeneidad de los grupos que hacen vida política en un mismo partido.
Aunque parezca un gesto de acomodo más, esta desradicalización y re-unificación son tareas urgentes.