El embalse de Guri alcanzó el 26 por ciento de su volumen útil ayer, cuando registró su cota de 250,71 metros sobre el nivel del mar (msnm). Las lluvias son de 10 por ciento por encima del promedio para un mes como julio, dejando ingresar 3,2 veces más cantidad de agua que la que utiliza la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar.
"Cualquier racionamiento a partir de ahora es por maldad", explica José Aguilar, consultor internacional en sistemas eléctricos. Y es que la restricción en la oferta de Guri todavía tiene lugar a pesar de la suspensión el Plan de Administración de Carga (PAC). Con un funcionamiento de 70 por ciento de su capacidad, es seguro el incremento del nivel de la represa sin necesidad de interrupciones del servicio eléctrico en los circuitos del país.
A pesar de esto, explica que al infraproducir el embalse, se frenan las funciones de otras hidroeléctricas del país como Caruachi y Macagua, pues a pesar de que la demanda retrocedió 10 años durante esta gestión, los megavatios termoeléctricos continúan siendo insuficientes. Este es el momento para el Gobierno de resolver la problemática del parque térmico nacional: "Con el agua que hay en Guri, puede generar lo suficiente para racionamiento cero, con la demanda que hay y debe abocarse a recuperar MW térmicos".
El ingeniero asegura que con todos estos factores, aplicar políticas para aumentar la cota de la represa, solo incrementa el riesgo de que el vital líquido que se almacena, termine desperdiciándose, una práctica que califica como "derroche energético". Y es que luego de arribar a la cota 271,06 msnm los técnicos de la estatal se ven obligados a abrir las compuertas del embalse para aliviarlo y poder operar óptimamente.
"Ha habido ocasiones que se ha tenido que abrir compuertas un poco antes de llegar a la cota 271,06 msnm, para no afectar la construcción de Tocoma, ya que venía mucha agua hacia el embalse. Para minimizar el derroche o evitarlo se requiere hacer un buen despacho de energía hidro y térmica. Como el térmico cojea, se debe apelar a maximizar la producción hidroeléctrica antes que tirar el agua -que es energía- al desperdicio", explica Aguilar.
A pesar de esto, reconoce uno de los aspectos que cooperan con el surgimiento de Guri es su forma de "batea cónica", por lo que de la cota 240 msnm a la 253 msnm está en la zona más fácil de llenar, por ser la más estrecha. Luego de esos niveles, el embalse necesita almacenar mucha más cantidad de agua.
Con Información de: La Verdad