El autocrático gobierno del presidente Nicolás Maduro está intensificando fuertemente su represión contra los disidentes, emitiendo órdenes de arresto contra alcaldes opositores, dirigiendo amenazas a políticos contrarios y a ciudadanos comunes que hablan lo que piensan. Sin embargo, si se trata de enemigos de Maduro, hay una amenaza es más grande que cualquier otra. Y sería la moribunda economía venezolana.
Venezuela está encaminada hacia el colapso económico después de una elección condenada internacionalmente el mes pasado que creó una todopoderosa asamblea constituyente leal a Maduro. Desde la votación del 30 de julio, el valor de la moneda local, el bolívar, ha fluctuado más salvajemente que nunca, una hazaña significativa para un país azotado con la tasa de inflación más alta del mundo.
Nuevas estimaciones de la empresa de datos venezolana Ecoanalítica sugieren que la economía podría reducirse un 10,4 por ciento este año, exacerbando una caída consecutiva de cuatro años que algunos economistas ya califican peor que la Gran Depresión de Estados Unidos.
La espiral de la crisis económica está provocando una nueva oleada de pánico en los venezolanos, endurecidos por la crisis, quienes culpan cada vez más a Maduro. Mientras, el gobierno regularmente ajusta las pensiones y el salario mínimo para intentar compensar la inflación.
– Crisis INCONTROLABLE –
Venezuela se ha hundido en el malestar financiero a raíz del experimento socialista lanzado por Hugo Chávez, el militar izquierdista que murió en 2013 después de estatizar las minas de oro y las fábricas de arroz, entre otras empresas. Desde entonces, la economía ha sufrido un colapso mucho más profundo bajo Maduro, el sucesor ungido de Chávez, como resultado de la caída de los precios del petróleo, la mala administración y las políticas económicas fallidas incluyendo los controles de precios y de divisas.
Sin embargo, después de protestas callejeras durante cuatro meses en las que más de 100 personas murieron y miles fueron arrestados, la oposición aparece fracturada y en desorden.
Los analistas dicen que la longevidad de Maduro en el cargo puede ahora depender menos de sobrevivir a un desafío opositor que de su capacidad de evadir una crisis de deuda catastrófica.
– Ollas vacías –
Los venezolanos ya están enfrentando el hacer colas por medio día para comprar pan y la escasez de productos básicos, desde papel higiénico a antibióticos. Pero un incumplimiento de la deuda soberana podría generar condiciones domésticas aún más duras, lo que podría dañar el apoyo de Maduro dentro de las fuerzas armadas, su última línea de defensa.
Los signos de descontento entre los oficiales de rango bajo y medio han comenzado a surgir. El domingo, un grupo de civiles y soldados, aparentemente liderados por un ex capitán, asaltaron una base militar en la ciudad de Valencia tras lanzar un video con promesas de rebelión contra el gobierno.
La economía en desmoronamiento, dicen los expertos, podría inflamar tales llamas.
Mientras que Robert Wood, director regional de Economist Intelligence Unit para América Latina y el Caribe, pone las probabilidades de un golpe militar este año o el próximo, debido a condiciones económicas extremas, en alrededor del 40 por ciento.
Con información de Washington Post