El presidente de Rusia, Vladimir Putin, acusó recientemente al gobierno ucraniano de planificar un ataque terrorista en Crimea, específicamente en la infraestructura de esta península que actualmente sigue generando disputa entre ambas naciones. Luego de dos años transcurridos desde el referendo de anexión, en el que 96% de los habitantes avalaron la opción de formar parte de Rusia y separarse de Ucrania, las tensiones bilaterales continúan. Para Ucrania, Crimea no forma parte de Rusia legalmente y esta premisa es apoyada por parte importante de la comunidad internacional, en la que destaca la posición de Estados Unidos (EEUU).
María Silvia Espinoza/El Político
Luego del referendo, Rusia considera a Crimea como parte de la federación y ha asegurado que protegerá a sus habitantes ante posibles amenazas que provengan de Ucrania. Según el mandatario ruso, entre los días 7 y 8 de agosto un grupo perteneciente a la inteligencia militar de Ucrania intentó ingresar al territorio en dos operaciones que calificó de "sabotaje". Ante esta situación, el jefe de Estado emitió fuertes declaraciones, en las que advirtió a Kiev sobre los peligros de atacar la península.
El ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia se pronunció al respecto. "Una vez más, hacemos un llamamiento a nuestros socios de occidente para que ejerzan su influencia sobre las autoridades de Kiev y les prevengan de pasos peligrosos que pueden tener consecuencias muy negativas. Jugar con fuego no acaba bien", señaló en un comunicado.
Luego de la anexión de la península por parte de la Federación Rusa en 2014, que Ucrania considera ilegal, se ha intensificado la discordia entre ambos países. No obstante, luego de las acusaciones de Putin, la situación amenaza con empeorar.
El presidente Ucraniano, Petró Poroshenko, refiriéndose a las acusaciones de su homólogo ruso, expresó que estas son "fantasías" que el país usa como excusa para atacar militarmente a su nación. Adicionalmente, el jefe de Estado dio la orden este jueves de desplegar las fuerzas militares ucranianas en la frontera con Crimea. Esta decisión la tomó luego de sostener un encuentro con los ministerios de Defensa y Exteriores de su país, al igual que con las autoridades encargadas de seguridad.
Mientras tanto, el gobierno de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han expresado que el gobierno ruso no cuenta con pruebas contundentes que demuestren que hay planes terroristas en Crimea por parte de Ucrania y enfatizaron que Rusia es el país que ha tenido notoria presencia militar en la zona.
La anexión
Puede considerarse que las razones de la anexión tienen su origen en la revolución que azotó a Ucrania en 2013, conocida como Euromaidán. Esta provocó la destitución del entonces presidente prorruso Víktor Yanukóvich, quien, al no firmar el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea (UE), desató un conjunto de violentas protestas en su país que culminaron con su remoción del cargo. Para el 22 de febrero de 2014, las instituciones de Ucrania fueron ocupadas por un grupo nacionalista y de características europeístas. Ante esta situación, el gobierno de Vladimir Putin calificó el acontecimiento como un golpe de Estado.
La República de Crimea, ubicada al este de Europa, no vio con buenos ojos que un grupo de nacionalistas ucranianos se hiciera con el poder, puesto que vieron que sus intereses como territorio podrían quedar relegados a Kiev. De hecho, es importante mencionar que, según el censo de 2001, 58.32% de los habitantes de la península eran rusos, 24.32% eran ucranianos, tártaros de crimea eran 12.1%, bielorrusos eran 1,44 %, tártaros eran 0,54 %, armenios eran 0,43 %, judíos eran 0,22 % y otras nacionalidades completaban 2.63%.
Comenzaron entonces una serie de protestas rusófilas en la península, orientadas a desconocer lo que ocurría en la capital ucraniana y a manifestarse a favor de una posible unión con la Federación Rusa. Incluso, este país desplegó un grupo de sus Fuerzas Armadas para que "protegieran" a los ciudadanos de Crimea. Esto fue considerado por Ucrania y Estados Unidos como una invasión al territorio.
El 16 de marzo de 2014 se realizó el referendo en el que Crimea votó por la opción de formar parte de los estados federados rusos. Igualmente, el territorio fue declarado oficialmente como "Estado independiente República de Crimea" y fue informado así a la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Luego de esto, específicamente el 18 de marzo, las autoridades de Crimea y Vladimir Putin firmaron el acuerdo que dejaba por sentado que la península formaría parte de la Federación Rusa, respetando su estado de "República".
Estos acuerdos fueron desconocidos y catalogados como ilegales por Ucrania, Estados Unidos y la Unión Europea. A continuación, a Rusia se le asignaron una serie de restricciones y sanciones por "anexar de forma ilegal" este territorio. Las sanciones fueron, entre otras, cancelación de visados e impedimento de realizar operaciones financieras a los funcionarios sancionados.
Perspectivas internacionales
Estados Unidos y Rusia han tenido grandes diatribas en cuanto al tema de la anexión, debido a que el primero lo considera una intromisión en un territorio que forma parte de Ucrania.
Integrantes del Consejo Europeo manifestaron que la Unión Europea no reconocería la anexión de Crimea a la Federación Rusa y también asignó sanciones a funcionarios del gobierno de Putin. Otras entidades importantes como la OTAN condenaron la acción rusa en Crimea y la calificaron como una "anexión ilegal".
Con relación a las acusaciones de Rusia a Ucrania sobre posibles ataques de este país en Crimea, la vocera del departamento de Estado de EEUU, Elizabeth Trudeau, manifestó su "preocupación" por las tensiones en la frontera entre Ucrania y Crimea y recordó que esta península "sigue formando parte del país", aunque sus autoridades hayan firmado acuerdos con Rusia.
Desde la desintegración de la Unión Soviética, la península quedó bajo la administración de Ucrania. No obstante, las condiciones en las que se presentaron los hechos de 2014 en este país generó que los habitantes de Crimea, en su mayoría rusos, manifestaran su deseo de independizarse y de anexionarse a Rusia.
A pesar de que han pasado dos años desde el referendo, las relaciones entre ambos países han sido tensas y más ahora que las Fuerzas Armadas de las naciones están a la expectativa de un posible ataque militar.