Menos de un mes ha transcurrido desde que Irán dejó en libertad a cinco estadounidenses, que permanecían secuestrados por las autoridades de la nación persa.
El Político
Más que un acto de buena voluntad, la excarcelación fue el resultado de un canje negociado por Washington y Teherán, con la intermediación de Catar.
Tras la liberación, Estados Unidos dejó sin efecto el embargo que impedía a los iraníes disponer de 6.000 millones de dólares.
El dinero, fruto de la venta de petróleo a Corea del Sur, permanecía congelado en el país asiático desde 2018.
Luego de que los fondos se transfirieron de Seúl a Doha, los cinco estadounidenses (cuatro hombres y una mujer), volaron desde Teherán a la capital catarí.
Más tarde, los excarcelados tomaron otro avión que los llevó hasta suelo estadounidense.
En aras de justificar el intercambio – y, sobre todo, la liberación del dinero – el Departamento de Estado aseguró que los 6.000 millones se usarían con fines pacíficos.
Desde el servicio exterior de Estados Unidos insistieron que los fondos sólo se emplearían en la adquisición de ayuda humanitaria.
Decisión… ¿Desacertada?
La violenta arremetida perpetrada, este sábado, por milicianos de Hamás hace dudar del uso que Irán dio al dinero.
Sin misericordia, las milicias extremistas invadieron Israel y, en un ataque nunca antes visto, actuaron contra policías, soldados y civiles.
Desde Tel Aviv han dicho que la acción dejó centenares de muertos y, por lo menos, 2.000 lesionados.
De igual forma, se confirmó que una centena de personas se encuentra en la Franja de Gaza, luego de ser secuestrada por militantes palestinos.
Las acciones levantaron el polvo de las especulaciones y las dudas. Desde el Comité Nacional Republicano soltaron el primer dardo.
Los adversarios de la administración Biden creen que los 6.000 millones de dólares que fueron concedidos a Irán, sirvieron para financiar el atentado de Hamás a Israel.
La misma hipótesis ha sido sostenida por diversos activistas conservadores.
Desde Canadá, el periodista Daniel Boardman destacó en X (anteriormente Twitter) que Hamás pudo lanzar un “ataque sofisticado y costoso”, justo después del fin del embargo al dinero iraní.
Para añadir más leña al fuego, Mark Levin, un reconocido locutor de derecha, sugirió que los extremistas palestinos no habrían podido ejecutar su embestida “si no fuera por el dinero de Teherán”.
Por su parte, Jake Wallis Simons, editor del diario “Jewish Chronicle” aseveró que “Hamás está siendo financiado y equipado por Teherán”, ante la mirada impasible de Joe Biden y de todo su gobierno.
¿Posible mea culpa?
En un intento por sofocar las versiones que sugieren que Irán en efecto financió las acciones bélicas de Hamás, el Departamento de Estado hizo trabajo de contención.
El sábado, Matthew Miller, vocero de la Cancillería estadounidense, reafirmó que “el acuerdo para traer a casa a los estadounidenses de Irán no tiene nada que ver con el horrible ataque contra Israel”.
Tal aclaratoria no llegó muy lejos. Durante una entrevista televisiva, Antony Blinken, secretario de Estado y jefe inmediato de Miller, admitió la posibilidad de que la República Islámica haya desviado los miles de millones.
??? | En entrevista para NBC news, el secretario de Estado Antony Blinken (@ABlinken) , que acordó con Biden poner a disposición 6.000 millones de dólares para Irán, admitió: "Desafortunadamente, Irán siempre ha utilizado y centrado sus fondos en apoyar el terrorismo".
? X NBC… pic.twitter.com/2AvjR7Uszz
— EL POLÍTICO (@Elpoliticonews) October 8, 2023
“Lamentablemente, Irán siempre ha usado y enfocado sus fondos en apoyar el terrorismo; en apoyar grupos como Hamás… Y lo ha hecho aun cuando ha habido sanciones”, reconoció el ministro.
Para matizar el posible mea culpa, Blinken subrayó que la liberación de fondos se produjo en correspondencia con el marco legal vigente y que el dinero se dejó disponible “para que Irán lo use con fines humanitarios”.