De cada res salen siete litros de sangre, por eso los venezolanos comienzan a hacer cola frente a los mataderos para comprar un litro de sangre que les permita calmar el apetito, mientras la hiperinflación devora los ingresos
El Político
Pedro Guerra es uno de los muchos tachirenses que hace cola en el matadero para buscar sangre de ganado. "Nos sirve para tres raciones bien picadita. A veces le damos un poquito a una vecina, compartimos con ella y yo paso de nuevo por el matadero cuando se acaba, cada uno o dos meses”, dice
En Táchira, desde tiempo atrás se consume la sangre de res en una especie de caldo de procedencia colombiana que no tuvo mucha acogida en la gastronomía de Venezuela, .
La pobreza que en Venezuela alcanza el 80% de la población -de acuerdo al economista Asdrúbal Oliveros de Ecoanalítica- ha hecho que los venezolanos busque qu comer al menor precio, y la sangre es gratuita.
En los últimos tiempos se incrementó el consumo de este plato en el Táchira, así lo confirman las colas a la puerta del matadero que cada vez se hacían más largas, según relato de Arcángel Niño, jefe de operaciones del Matadero Municipal de San Cristóbal, en el Táchira.
Frente al matadero esperan que les llenen sus recipientes, algunos dan colaboración al empleado del lugar que les busca la sangre, pero no es obligatorio. Luego deberán invertir en aliños y vegetales que se agregan en una receta similar a preparar carne molida.
“Hay personas que no tienen cómo adquirir la carne y para la proteína llevan la sangre para el pichón -como se llama ya preparada- lo arreglan como hacer una pizca. Sacan lo que llaman ellos el suero, que es el plasma. El coágulo lo usan es para la morcillas”, cuenta Arcángel Niño.
El tipo de gente que más acude por sangre son los adultos mayores, según el jefe del matadero, “pero podría decirse que de todos los estratos sociales vienen, porque hay unos que tienen medios, pero que les gusta el pichón”.
Arcángel Niño, el jefe de operaciones del matadero municipal de San Cristóbal relata que los días lunes y viernes es que va más gente por sangre porque hay matanza, “asisten con tobos y potes de diferentes tamaño. Al menos 30 personas llegan”.
El matadero fue fundado en el año 1952 y como ya había colonia colombiana en Táchira, comenzaron a llevar sangre para preparar su pichón.
“Comer sangre se hizo una costumbre en todos los pueblo del Táchira y la gente busca la sangre para hacer el pichón. “Claro con la crisis de los últimos años hay más gente consumiendo esto, no tienen muchas opciones para comer y con esto se nutren e imitan la carne molida”, puntualiza Niño.
No está comprobado sus nutrientes
El médico gastroenterólogo Pablo Ramírez quien labora en la Cruz Roja Venezolana, explica que el consumo de sangre de ganado es una práctica riesgosa si el ganado beneficiado no está debidamente controlado en cuanto a su parte sanitaria, “el problema radica en qué habría que saber si la res de la cual deriva la sangre está sana o presenta alguna enfermedad. También están las normas de higiene con las que se pueda preparar el alimento, son dos factores importantes que debe revisar quien consumirá la sangre”.
Sobre algún trastorno gastrointestinal derivado del consumo de sangre de ganado, sostiene el gastroenterólogo que dependerá de la manera cómo se haya extraído la sangre, “si el animal está enfermo, eso puede condicionar infecciones bacterianas en el aparato gastrointestinal y sería un riesgo más bien, para la salud”.
La inflación devora los ingresos
«Después de alcanzar una inflación de más de un millón y medio por ciento en 2018, el gobierno de Nicolás Maduro había conseguido mantener la variación de precios por debajo del 30% en febrero y marzo, pero el tímido logro, gracias a una parcial apertura económica sin estrictas regulaciones al sector privado, se desvaneció en la cuarentena», indicó Reuters este lunes.
El testimonio de una conductora que lleva 10 días en cola para surtir gasolina
Sin embargo, en el cuarto mes de 2020, el índice de precios al consumidor se elevó más de 80%, según los cálculos de la Asamblea Nacional. Además, la inflación acumulada del año asciende a 341%.
Entre los factores que han derivado en una aceleración inflacionaria se encuentran la disminución de la producción debido a las medidas d confinamiento. Pero, también se agrega la marcada crisis de gasolina y una fuerte depreciación del tipo de cambio en abril.«Todo sube tan rápido que lo que cargo en la cuenta bancaria no me sirve para nada», dijo a Reuters Diocelina Ospina, una trabajadora doméstica de 67 años de edad, en un abasto de Maracay.
Tamara Herrera, directora de una firma financiera advirtió que en mayo la inflación puede ser mayor, en razón de los desajustes en la cadena de suministro, tras la regulación de precios, la escasez de gasolina y el efecto rezagado del ascenso del precio del dólar.
“Década de retroceso gigantesco”
El país sudamericano representa un factor preocupante en el análisis económico regional, que podría empeorar debido a la pandemia.
“El caso de Venezuela no es una década perdida, es una década de rotroceso gigantesco (…) Lo que ha ocurrido en Venezuela es un desastre macroeconómico y social que nunca se había visto en la región”.
Un nuevo repunte de emigración de venezolanos debido a la crisis en Venezuela podría empeorar la vulnerabilidad sanitaria y económica de los países receptores, señaló Werner.
“Pero aún en ausencia de la pandemia, el hecho que un 25% de la población haya salido del país representa un reto importante, sobre todo en un contexto de menor crecimiento económico, menor creación de empleos”, agregó.
“No han cambiado las condiciones”
El economista recalcó que “no han cambiado las condiciones” para que el FMI apruebe préstamos de emergencia al gobierno en disputa de Nicolás Maduro.
En marzo fue rechazada la solicitud 5.000 millones de dólares de Maduro debido a la falta de reconocimiento internacional del gobernante, argumentó el organismo.
Hasta la fecha, el FMI ha otorgado préstamos de emergencia a 19 gobiernos de la región, por un monto total que supera los 3 millones de dólares.
Diario Los Andes, La patilla, El Nacional, FMI, VOA