El ejército norcoreano desplegó y probó en unas maniobras un nuevo misil, cuyo objetivo es “provocar un tsunami radioactivo a gran escala,” con una explosión submarina, y destruir buques y puertos enemigos, según la agencia de noticias KCNA.
El Político
“Este dron nuclear de ataque submarino puede ser desplegado en cualquier costa y puerto o remolcado por un buque de superficie para su operación”, dijo KCNA.
Por qué es importante
El dron se desplegó frente a la costa nororiental norcoreana el martes y “alcanzó el punto objetivo en aguas de la bahía de Hongwon, establecido como puerto enemigo simulado con su ojiva de prueba detonando bajo el agua el jueves por la tarde.”
El dispositivo, que estalló “tras navegar a una profundidad de 80 a 150 metros trazando un curso ovalado y en ocho en el mar del Este, (nombre que recibe el Mar de Japón en las dos Coreas), durante 59 horas y 12 minutos”, se ha testado coincidiendo con las grandes maniobras que estos días realizan Seúl y Washington en el sur de la península.
“La misión de este armamento es penetrar sigilosamente en aguas operativas y provocar un tsunami radiactivo a gran escala mediante una detonación submarina que destruya grupos de ataque navales y los principales puertos operacionales del enemigos”, explicó el texto de KCNA.
Que el presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, haga permanentes demostraciones de su poderío bélico no es cosa que pueda extrañar, pero cuando afirma que ha unido a su arsenal militar un dron submarino nuclear capaz de generar tsunamis radiactivos, penetrar en aguas costeras, eliminar flotas enteras y destruir puertos e infraesctructuras, se habla de palabras mayores.
Rusia lo tiene
Lo más importante para Estados Unidos, China y el resto del mundo es que tal hecho está unido a lo que los rusos de Vladimir Putin vienen haciendo desde 2018, cuando develó Poseidon, en esencia un torpedo propulsado por energía nuclear y capacidad para portar una ojiva nuclear de hasta 100 megatones.
Aunque según otras informaciones sería de 2 megatones, alrededor de cien veces el poder destructor de las bombas de Hiroshima y Nagasaki y puede ahogar al Reino Unido bajo un maremoto de 500 metros de agua de mar radiactiva.
En su alocución de 2018, el dictador ruso señaló que el alcance del torpedo sería ilimitado, que podría operar a profundidades extremas y a una velocidad muchas veces superior a la de cualquier submarino u otros torpedos.
Está considerado un dron por ser capaz de navegar de forma autónoma o dirigido a distancia, lo que hace posible que sea redirigido o incluso parado antes de alcanzar su objetivo.
Técnicamente se trata de uno los torpedos más grandes nunca construidos con una longitud de 24 metros, alrededor del doble que un misil balístico y unas treinta veces el tamaño de un torpedo estándar.
Se estima que tiene un alcance de al menos 10.000 km, una velocidad de entre 70 y 108 nudos (129 y 200 km/h) y capacidad para sumergirse a una profundidad de mil metros.
Una imagen apocalíptica que no esconde una de las grandes ventajas del arma, su capacidad para burlar los sistemas de misiles balísticos desplegados en Europa.
Según los expertos, desplegar armas submarinas crea un desequilibrio que permite a Rusia eludir el Sistema de Defensa contra Misiles Balísticos (BMD).
Limitaciones de la red satelital de Estados Unidos
La red de satélites estadounidense está orientada a la localización y rastreo de misiles balísticos, y tiene escasa capacidad para detectar lo que ocurre bajo el mar.
Además, según los informes, el diseño del Poseidón consigue que emita poco calor y viaje en silencio, lo que también le permite burlar los sistemas de micrófonos y de barcos desplegados para proteger el territorio de ataques submarinos.
Conclusión
El submarino nuclear K-329 Belgorod, que sirve al Ejército ruso desde julio de 2022, es la nave que puede portar los drones submarinos Poseidón.
Esto le convierte además de en el mayor sumergible del mundo también en el más letal.
El Belgorod es una variante de la clase Oscar-II de la flota de submarinos rusos, diseñada para operaciones especiales.
Su incorporación a la flota de submarinos rusos se produjo en julio del pasado año coincidiendo con la guerra en Ucrania y una importante concentración militar en la región ártica.
Se estima que con su despliegue, la Armada de Rusia podría disponer en un futuro próximo de un total de 73 sumergibles nucleares, por encima de los que tienen Estados Unidos y China.