Los sindicatos brasileños volvieron a protestar este lunes contra las medidas de austeridad del gobierno de Michel Temer en varias ciudades del país durante la celebración del Día Internacional del Trabajo y anunciaron que convocarán nuevas movilizaciones tras la huelga general del viernes.
Los eventos más multitudinarios tuvieron lugar en Sao Paulo, capital económica del país, donde las principales centrales celebraron actos independientes, pero con sus principales reivindicaciones en común: el rechazo a los proyectos de reforma del sistema de jubilaciones y de flexibilización de los contratos de trabajo.
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Esos fueron los grandes ejes de la huelga general del viernes, que según sus principales organizadores como la Central Única de Trabajadores (CUT), vinculada a la izquierda, o Força Sindical (FS), fue un éxito ya que logró la adhesión de entre 35 y 40 millones de trabajadores brasileños.
Ao cumprimentar o trabalhador, trago mensagem de otimismo. De crença no Brasil e na força de cada um para transformar o nosso país. pic.twitter.com/clRGfKzvjE
— Michel Temer (@MichelTemer) 1 de mayo de 2017
La jornada de paro, que culminó con violentos choques entre manifestantes y policías especialmente en Sao Paulo y en Rio de Janeiro, debe ser la primera de una serie de actividades nacionales contra la cartera de ajustes de la administración conservadora.
El miércoles "habrá una reunión para que las centrales sindicales cerremos, en conjunto, un calendario de movilizaciones contra las propuestas indecorosas del gobierno", afirmó el presidente de Força Sindical, Paulo Pereira Da Silva, diputado de la base aliada de Temer, pero enemigo de estos ajustes.
Sin embargo la presión ejercida durante la primera huelga convocada en Brasil desde 1996 no ha generado, por el momento, un gran efecto político. Así se desprende del mensaje grabado por el presidente para conmemorar el 1 de Mayo, en el que volvió a defender la reforma laboral, ya que ofrece "innumerables ventajas".
"Además de más empleos, el resultado será más armonía en las relaciones de trabajo y, por tanto, menos acciones en la Justicia", afirmó Temer en su discurso difundido en las redes sociales.
Tanto la reforma laboral, que el miércoles recibió media sanción en el Congreso, como la de las jubilaciones, también en trámite, forman parte del programa del gobierno para enderezar las cuentas y sacar a Brasil de la peor recesión de su historia.
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Según datos oficiales publicados este viernes, el desempleo en la mayor economía latinoamericana alcanzó un nuevo nivel récord de 13,7%, con 14,2 millones de personas en busca de trabajo.
AFP