Los funcionarios de la policía de Brasil decidieron descubrir las causas que incentivaron a los delincuentes informáticos a hackear los celulares de los fiscales del caso Lava Jato, y darle los mensajes privados a la revista electrónica The Intercept Brasil, que determinó publicar esa información y enviársela a otros medios de comunicación, informó infobae.com.
El Político
Los transgresores -que se encuentran en la cárcel- declararon que sus acciones estuvieron fundamentadas en un “sentido de justicia”.
También dijeron a la ex diputada Manuela D’Ávila que buscaban cumplir con dos objetivos: sacar de prisión al ex presidente Lula de la cárcel y anular los procesos de la mayor operación anticorrupción conocida en la historia de Brasil, así lo describe el informe que existe sobre este caso.
Este viernes, la revista Veja aseveró que los datos que obtuvieron los piratas informáticos de las conversaciones interceptadas ilegalmente entre ministros de la Corte Suprema iban a ser empleados para eliminar definitivamente el caso Lava Jato.
Por su parte, la revista Crusoé dio a conocer una pesquisa que realizó en la que aseguran que Walter Delgatti Neto, el pirata informático que contactó a la ex legisladora D’Ávila , recibió millones de dólares por dar a conocer esos mensajes.
La ex diputada D’Ávila fue la que intercedió entre los hackers y el periodista Glenn Greenwald, director de Intercept Brasil.
Una de las informaciones indicó que el pasado 12 de mayo el Manuela D’Ávila recibió un mensaje en su Telegram, “¿Puedes confiar en mí?”. Después de ver la foto y el número del móvil del remitente, y cerciorarse de que era el senador Cid Gomes, La ex diputada respondió: “Sí. 100%".
El senador Cid Gomes es hermano de Ciro Gomes, ex ministro de la administración de Lula y su aliado. La persona que llamó a la ex diputada después le dijo, "Mira, no soy Cid. Me metí en su telegram y en el tuyo. Pero tengo una información que transformará a Brasil y necesito contar contigo".
Según los agentes policiales, Manuela D’Ávila creía que era una broma y por eso no contestó nada más, hasta que le enviaron una foto de una de sus conversaciones privadas con el ex diputado Jean Wyllys.
El hacker después le aclaró lo que estaba haciendo, "Me metí en el telegram de todos los miembros de la fuerza de tareas del Lava Jato. Tomé todos los archivos. Puedes dejar salir a Lula hoy y derribar al Ministerio Público Federal".
El 13 de mayo, a la ex diputada le llegó otro mensaje del pirata informático, en ese decía llamarse “Brasil Baronil” y le informó que también había entrado en las conversaciones que revelarían la parcialidad de los ministros del Tribunal Supremo. Según el hacker esos mensajes podrían invalidar todas las operaciones de lavado de dinero del caso Lava Jato que se estaba averiguando la policía de Brasil.
En ese mensaje el pirata informático le nombró a tres ministros que había hackeado y estaban en un grupo de Telegram, se trataban de Carmen Lúcia, Rosa Weber y Luis Roberto Barroso.
El delincuente le escribió a D’Ávila, “Tengo una charla de Carmen (que se suponía que era imparcial) haciendo una broma sobre la muerte del sobrino de Lula".
Creyendo que el cyberdelincuente tenía un buen objetivo, Manuela d’Ávila le recomendó que hablara con el periodista Glenn Greenwald.
De esta forma el 9 de junio se conocieron -gracias a los medios de comunicación- las primeras conversaciones entre los fiscales del Lava Jato y el ex juez Sergio Moro, quien es el actual ministro de Justicia.
En esos datos se evidenció que ellos conversaban sobre los testimonios que les habían dado.este comportamiento es inapropiado.
Esa conversación -conseguida ilegalmente- fueron utilizados por la defensa de Lula para que el Tribunal Supremo sospechara de Sergio Moro. Si es autorizada la solicitud, el ex presidente Lula Da Silva será excarcelado y el proceso Lava Jato podría ser anulado. De esa forma los objetivos del hacker se cumplirían.
Por el momento, Walter Delgatti Neto, el cyber delincuente que buscó a Manuela D’Ávila , está preso en la penitenciaría de Papuda, en la ciudad de Brasilia.
La revista Veja asegura que Delgatti Neto se vanagloria con sus compañeros de la cárcel sobre la gran cantidad y calidad de datos que tiene sobre políticos, oficiales, deportistas y celebridades debido a que hackeó sus móviles.
La policía de Brasil aún no ha establecido si los malhechores cibernéticos realmente consiguieron la información de los ministros del Supremo, pero creen que pueden haber accedido a la data de más de cien personas.