dentro y fuera de Venezuela
No cabe duda de que las últimas medidas dictadas por Washington contra el régimen de Nicolás Maduro han causado un gran impacto. Diversos actores aún se preguntan cuál es el verdadero alcance de las nuevas sanciones, según difundió AlNavío
El Político
1- Respuesta madurista
Nicolás Maduro ha demostrado a lo largo de su estadía en el poder que no le tiembla el pulso para tomar represalias en contra de sus enemigos. Las respuestas de Maduro han sido la represión, la persecución y la anulación de los liderazgos opositores.
Ya adelantó que “la furia bolivariana está lista pa’ la batalla”, aduciendo a que el país entero está dispuesto a enfrentar el bloqueo de Estados Unidos. Pero más allá de la arenga antimperialista, giró instrucciones claras para “activar una contraofensiva con la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), con todos los poderes, y vamos a hacer justicia, vamos a hacer justicia frente a los vendepatrias y a los traidores a la patria”.
Dirigentes opositores han advertido que el gobierno podría desatar una ola represiva desde la ANC y otras instituciones como el Tribunal Supremo de Justicia y el Ministerio Público.
Las más recientes medidas del madurismo dejaron a un diputado preso mientras que otros tuvieron que huir del país o refugiarse para evitar el mismo destino. Pero hay elementos que hacen pensar que en este momento es peligroso para el régimen de Maduro jugarse la carta de la represión y que eso lo saben bien en las filas del régimen.
Como se recordará, a fines de julio la Asamblea Nacional aprobó la reincorporación de Venezuela al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), Maduro en un acto público le ordenó al Servicio Bolivariano de Inteligencia(Sebin) ir tras los “vendeptaria” que con medidas de ese tipo fomentan una invasión extranjera. Sin embargo, la temida arremetida no ha ocurrido.
Los desmanes de Maduro han quedado más que documentados por instancias como la Naciones Unidas. La Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, certificó que cuerpos de seguridad como el Sebin “han sido responsables de detenciones arbitrarias, maltratos y tortura de opositores políticos y de sus familiares”.
Por ello, líderes de los cuerpos de seguridad han sido sancionados internacionalmente por estas acciones. Esta misma semana el Gobierno de Suiza ratificó sanciones económicas y prohibición de entrada al país a 18 altos dirigentes chavistas y funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro, por socavar la democracia en Venezuela y por la violación de derechos humanos.
2- ¿Qué pasó con el diálogo?
Maduro aprovechará las recientes sanciones para exacerbar el discurso nacionalista de rechazo al bloqueo de EEUU y responsabilizar a las sanciones de la debacle económica en Venezuela. Impondrá una agenda en la opinión pública llamando a marchas y a recolecciones de firmas contra Donald Trump, mientras a lo interno del chavismo se gestan los reacomodos necesarios para transitar la coyuntura.
De acuerdo con Maduro, "el imperialismo norteamericano se volvió loco y metió una puñalada trapera al alma de Venezuela”. Por ello, el régimen de Maduro decidió que ya no participaría en la ronda de negociaciones con la oposición en Barbado.
La muerte del capitán Rafael Acosta Arévalo el pasado 29 de junio, presuntamente por torturas tras ser detenido por fuerzas de seguridad del Estado, generó un bache en el diálogo mientras el país era sacudido por la noticia y la oposición lanzaba su condena contra la “dictadura asesina”.
Ciertamente, Maduro tratará de aprovechar esta coyuntura para vender su ausencia en Barbados como una muestra “de dignidad, de coraje y de valentía”. Sin embargo, nada indica que el diálogo ha sido cancelado. Ni siquiera Maduro con su verbo encendido.
El coordinador de la mediación, Dag Nylander, del Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega, aseguró que está en contacto con las partes “con respecto a las próximas reuniones”. Noruega facilita el proceso de negociación “a solicitud de los principales actores políticos en Venezuela” y, en consecuencia, “programa todas las reuniones en función de la disponibilidad de las partes”, explicó.
“La facilitación, según Nylander, continúa bajo el principio de que a las partes les gustaría y que hay perspectivas realistas, de una solución negociada que pueda beneficiar al pueblo venezolano”.
3- ¿Hay margen de negociación?
Ha quedado claro que la permanencia en el poder de Nicolás Maduro es producto de su habilidad para ganar tiempo, enfriar a sus opositores, alimentar la desesperanza de la población e imponerse. Esa fue la fórmula aplicada durante su primer mandato y, en buena medida, la que le ha permitido permanecer siete meses al frente de la Presidencia en medio de la peor crisis de la historia contemporánea de Venezuela.
Sin embargo, ya esto no es garantía de nada. Los problemas se están agudizando y con Maduro en el poder no se vislumbra una salida a la crisis. Se deteriora la infraestructura básica, colapsan los servicios públicos, desfallece el sector productivo y la población se empobrece de forma acelerada, también aumenta el éxodo de venezolanos y se multiplican las repercusiones de la crisis fuera del territorio nacional.
Pareciera que este tercer trimestre del año es clave en este sentido y las diversas acciones adoptadas por grupos de países o por naciones de forma individual, donde destaca EEUU, apuntan en esta dirección.
A Maduro se le complican las cosas cada día que pasa, por lo que necesita garantizarse un margen de negociación. El respaldo de sus aliados es crucial para sus próximos movimientos.
Países como China y Rusia están a favor del diálogo y tratan de buscar espacios para una resolución negociada de la crisis que, a juicio de muchos analistas, es el mejor escenario para Maduro. El aval de estos dos gigantes puede ser el punto de apoyo necesario para el regreso a la mesa con algún recurso bajo la manga tras la estocada de Washington.
Con información de: AlNavío