La forma como Vladimir Putin ejerce el poder es muy conocida por los analistas políticos, ellos han estudiado sus pasos desde que ingresó en el KGB hasta su triunfo como presidente de Rusia, ahora informan cual es el juego perverso que busca al aliarse con Nicolás Maduro.
El Político
Putin ahora ha sumado a Venezuela a la lista de territorios donde realiza operaciones, destacó miamidiario.com.
El mandatario ruso quiere cobrar los $3 mil millones que le adeudan. Quiere el control mayoritario de Petróleos de Venezuela. Quiere instalar una base militar en territorio venezolano. Quiere usar a Venezuela para penetrar -otra vez- a América Latina. Y, fundamental, quiere entorpecer el programa de las sanciones y neutralizar los efectos del TIAR, porque su mayor interés es que Maduro continúe en el poder, como un territorio más bajo su dominio absoluto.
En esta situación, es obviamente que Putín es valioso para Maduro. No necesita soldados adicionales, lo que necesita es que Moscú siga dejando claro que Rusia está a su lado. A lo mejor no está detrás de Maduro, pero como mínimo está cerca.
La presencia rusa en Venezuela, en particular el apoyo militar -de expertos en esa área- también envía mensajes de orden político y geopolítico al mundo y en especial a la región.
Es un mensaje para EEUU. No sólo ellos pueden tener presencia en “el patio trasero de Venezuela”. Rusia también puede hacerlo. La presencia militar cumple una suerte de “trolling”. Por eso Nicolás Maduro reivindica que los rusos están en Venezuela, como diciendo, "los rusos me defenderán".
Esto funciona en el contexto de la confrontación que se mantiene entre Maduro y los países occidentales, liderados por Estadps Unidos, en especial al Grupo de Lima.
Aunque Caracas sea un aliado que se ha debilitado considerablemente, sigue siendo un aliado, y en el contexto de una semiguerra y una semipaz fría con los países de Occidente, incluso aliados como este importan.
Putin el que organizó en el 2014, bajo su directo control militar, un referéndum -rechazado por la ONU- que justificó su deseo de anexionar a Crimea. Dijo entonces que casi 97% de los electores habían votado favorablemente a esa propuesta.
Putin que ha convertido el dopaje de los deportistas en política de Estado, como se verificó en los Juegos de Sochi de 2014, el que ha desarrollado una industria de hackers, robots y programas para desestabilizar en intervenir en la política y los procesos electorales, como los de Estados Unidos y Cataluña.
El mismo que ha enviado mercenarios y militares a la República Centroafricana, y que abiertamente se ha metido en los Balcanes -otra vez- con el propósito de desestabilizar la región. Ahora, ratifica su apoyo al régimen venezolano, y la millonaria deuda económica que el gobierno en disputa de Nicolás Maduro tiene con Rusia.
Además las ansias de Vladimir Putin de tener influencia en América Latina para introducir su política en la región, así como su deseo de conservar su prestigio para volver a ser una potencia mundial, son tal vez los dos puntos clave para entender el apoyo ruso a la causa que defiende el mandatario socialista de una nación en crisis.