El Congreso de Guatemala rechazó el lunes declarar el "estado de calamidad" pública en todo el país tal y como había solicitado el Gobierno por los incendios que afectaron varios puntos de la nación, especialmente al departamento de Petén, la cuna de la civilización maya y uno de los pulmones de América.
Redacción El Político
Durante una sesión plenaria celebrada este lunes, los diputados, con 30 votos a favor y 85 en contra, frenaron la aceptación de esta medida, promulgada el 18 de abril por el Ejecutivo para un periodo de 30 días pero que requería que el Parlamento la ratificara, reseña EFE.
El decreto, que pretendía tener efecto en todo el país por el riesgo de altas temperaturas, buscaba además allanar varios procedimientos de ley para atender la emergencia, en este caso los incendios forestales, y coordinar todas las acciones a través de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) y el Sistema de Prevención y Control de Incendios Forestales (Sipecif).
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Además, permitiría evacuar a personas dentro de áreas afectadas por el fuego o que estén en peligro, coordinar albergues y eximiría de obligación la licitación de bienes y servicios para atender la emergencia, así como de impuestos a las donaciones.
La Ley de Orden Público, en su artículo 14, establece que el estado de calamidad pública podrá ser decretado por el Ejecutivo para evitar "en lo posible los daños de cualquier calamidad que azote al país o a determinada región, así como para evitar o reducir sus efectos".
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Varios diputados expresaron este lunes su preocupación por los vacíos legales que quedan en las compras públicas al aplicar esta medida y otros aseguraron que los incendios, en su gran mayoría, ya están controlados.
Geovany Martínez Felipe, delegado departamental de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, manifestó al diario local Prensa Libre que ya no existen incendios en las áreas protegidas y que los puntos de fuego que se observaron son de quemas agrícolas privadas.
Sin embargo, las autoridades, que aún no han hecho un balance oficial de los últimos daños, permanecen en alerta por si puede surgir otro foco o activarse alguno de los anteriores.