Se supone que el Servicio Militar Obligatorio se terminó en 1994, consecuencia del asesinato del conscripto Omar Carrasco en una guarnición neuquina. Y un año después, ya se sancionaba la ley del Servicio Militar Voluntario (SMV), que rige hasta hoy. Sin embargo, la polémica volverá esta tarde a la comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, donde legisladores de la oposición buscarán que avance un proyecto para terminar con lo que consideran "el último vestigio" de la conscripción obligatoria.
Ocurre que la ley del SMV tiene algo así como una salvaguarda: en el “caso excepcional” de que el cupo de soldados voluntarios no llegue a cubrirse, el Presidente puede convocar a los ciudadanos mayores de 18 años y por el término de un año, previa autorización del Congreso. Es el polémico artículo 19, en la mira de la oposición. También se propone derogar el Servicio Social Sustitutorio (contenido en los siguientes 10 artículos) destinado a los objetores de conciencia, por convicciones “religiosas, filosóficas o morales” contrarias a armas y uniformes.
Esta tarde desde las 18 en la comisión de Defensa, se reaviva el debate. Hay tres proyectos derogatorios: de Héctor Recalde, jefe del bloque del Frente para la Victoria; de la socialista Alicia Ciciliani; y hasta de un macrista solitario, el pampeano Martín Maquieyra, de 27 años, el diputado más joven de la Cámara.
¿Qué pasó que el kirchnerismo agita este tema que en 12 años, con mayorías en el Congreso, no se preocupó por modificar? Más contradicciones: lo hace en la comisión que hoy preside Nilda Garré, ex ministra de Defensa de Néstor y Cristina Kirchner, impulsora de fuertes cambios en la cultura castrense.
“Quedó boyando este punto y en cualquier momento lo pueden aplicar con la confusión que hay entre seguridad interior y defensa”, justificó Recalde ante la consulta de Clarín.
Ciciliani, en sus fundamentos, en tanto, advirtió que podría volver el Servicio Militar Obligatorio “a partir de peligrosos argumentos que justifican el encierro en estas instituciones como una posibilidad de ‘espacios de contención’ para jóvenes en ‘situación de riesgo’".
Y el macrista Maquieyra afirmó: “El servicio militar obligatorio sigue siendo legal, sigue vigente, y si no se deroga siempre es posible que un gobierno tome medidas que por la urgencia no pueden ser valoradas y que la reparación posterior termina siendo insuficiente o ineficaz si el daño es irreparable”. Se afirma que media docena de diputados macristas que lo acompañaban, acabaron retirando la firma de este proyecto.
Es que el oficialismo ya se trazó la estrategia: bloquear la derogación. La inquietud viajó al Ministerio de Defensa, que encabeza el radical riojano Julio Martínez (ex diputado nacional), y a las Fuerzas Armadas.
Altas fuentes del Ejército dijeron a Clarín: “No queremos SMO pero es lógico, como en todos los países del mundo, que el Estado mantenga una llave. Por lo menos hasta que tengamos una ley de Reservas que nos permita convocar en una emergencia a quienes fueron soldados voluntarios estos años”. Hay sólo en Ejército 43.800 ex voluntarios “en condiciones” de ser convocados, que pasaron a reservas como “soldados instruidos”.
El vicepresidente de la comisión de Defensa, el radical Héctor Cachi Gutiérrez, confirmó a Clarín que irán por el rechazo de los tres proyectos derogatorios, y anticipó el argumento: “La del SMV es una legislación que le pone límites al Presidente en el uso del artículo 21 de la Constitución (que obliga a los ciudadanos a armarse en defensa de la patria y la Constitución). Y eliminar el Servicio Social Sustitutorio implicará criminalizar a los objetores de conciencia”. El debate, esta tarde.
Con información de Clarín