La mayoría de los representantes por Texas en el Congreso de Estados Unidos no apoya la construcción de un muro completo en la frontera con México, según una encuesta publicada hoy por el diario Texas Tribune.
De hecho, ninguno de los 38 legisladores tejanos en el Congreso ofreció un respaldo pleno, sin matices, a un muro fronterizo completo, una de las propuestas electorales del presidente electo, Donald Trump, que durante la campaña fue de las más populares entre sus seguidores.
El estudio indica que varios miembros de la delegación de Texas apoyan nuevas políticas en cuanto a seguridad fronteriza, incluyendo cercas y muros en algunos lugares, y reforzar las medidas de otras maneras, como emplear nueva tecnología de vigilancia y agregar más agentes federales.
El compromiso con hacer cumplir las leyes migratorias y controlar la frontera sur fue uno de los pilares de la campaña de Trump, quien prometió la construcción de un muro en la frontera con México y deportar a millones de indocumentados que residen en el país.
"Construiremos una gran muralla en la frontera", reiteró Trump en un discurso postelectoral ante sus votantes a principios de este mes en Cincinnati (Ohio), aunque el presidente electo también discutió la posibilidad de construir un muro en áreas donde no existen barreras naturales como los ríos.
Estas excepciones y aclaraciones podrían defraudar a muchos de los partidarios de Trump, el 79 por ciento de los cuales estaba a favor de construir un muro en toda la frontera entre Estados Unidos y México, según una encuesta del Pew Research Center de agosto.
Asimismo, el Texas Tribune aclaró que ningún demócrata de Texas que respondió a la encuesta expresó su apoyo a levantar el muro.
En declaraciones a Efe, el congresista demócrata Henry Cuéllar, representante por Texas en la Cámara estatal, afirmó que una construcción de este tipo es "una solución del siglo XIV" para un problema "mucho más complejo", además de ser muy costosa.
Por ello, abogó por una mezcla de herramientas tecnológicas y relativas al personal de las patrullas para optimizar la seguridad actual de la frontera con México.
Un muro requeriría la confiscación de tierras de ganadería cerca del Río Grande, y varios congresistas republicanos de Texas expresaron al diario su preocupación por el hecho de que el Gobierno federal expropiara a familias que en muchos casos han mantenido esas tierras por generaciones, así como por los enredos legales que inevitablemente surgirían.
La semana pasada, Trump confirmó al general John Kelly, un experto en seguridad en Latinoamérica, para dirigir el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), creado tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Washington y Nueva York, con unos 240.000 miembros y encargado, entre otros, del control de fronteras y del cumplimiento de las leyes migratorias.
Con información de EFE