La confianza de los consumidores brasileños bajó el pasado mes de diciembre y se sitúa en su menor nivel desde el pasado junio, según un sondeo divulgado hoy por el centro privado de estudios económicos Fundación Getulio Vargas (FGV).
El índice de confianza en diciembre fue de 73,3 puntos, lo que supone un retroceso de 5,8 unidades respecto al mismo mes de 2015 y una caída del 3,3 puntos frente a noviembre de este año.
La confianza de los brasileños volvió a niveles de junio, cuando todavía estaba en marcha el juicio político para la destitución de la ahora expresidenta Dilma Rousseff, despojada de manera efectiva su mandato el pasado 31 de agosto.
"El año termina con consumidores insatisfechos con la situación presente y pesimistas en relación a los meses siguientes", aseguró Viviane Seda Bittencourt, coordinadora de sondeos al consumidor de la FGV.
La economía brasileña se contrajo un 3,8 % en 2015, su peor resultado en 25 años, y los economistas del mercado financiero prevén que el producto interior bruto (PIB) retrocederá en 2016 otro 3,5 %, con lo que el país acumulará dos años consecutivos de crecimiento negativo por primera vez desde la década de 1930.
Seda también resaltó que la evaluación del mercado de trabajo es la peor de los últimos once años y que las proyecciones para la inflación todavía son "elevadas".
La Fundación Getulio Vargas se refirió también al creciente endeudamiento de las familias, que durante años fueron el motor de la economía brasileña, lo que, a su juicio, "dificulta la construcción de un escenario favorable".
"Se suma a eso el aumento de la incertidumbre en el frente económico y político y hay consumidores muy cautelosos a comienzos de 2017″, subrayó Seda.
Brasil se encuentra inmerso en una grave crisis económica y política, la cual se ha visto agravada por el gigantesco escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras que ha salpicado a políticos de todo el arco partidario, incluido el presidente Michel Temer.
Con información de: EFE