En la Casa Blanca parece haber tiempo para todo. El pasado sábado, justo cuando Israel se defendía del cruento atentado perpetrado por Hamás, el presidente Joe Biden realizaba una parrillada.
El Político
Biden, quien participó en una llamada telefónica con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no se pronunció sobre el ataque sino hasta mucho después de la conversación con el premier.
Durante todo ese tiempo, el mandatario pudo haber estado ocupado en otras lides. Según lo reportado por el diario británico “Daily Mail”, un periodista confirmó que el jefe de Estado y su esposa, Jill Biden, agasajaron al personal que labora en la residencia presidencial.
El festejo, durante el cual se efectuó una barbacoa, contó con el acompañamiento de una banda musical. Fue el sonido de aquella orquesta el que llamó la atención del reportero que divulgó la noticia.
Por surreal que parezca, el agasajo se desarrolló mientras se confirmaba la desaparición de varios estadounidenses, en medio de la inédita embestida ejecutada, el fin de semana, por el grupo de resistencia islámica Hamás.
La fiesta también coincidió con la movilización pro palestina que se efectuó justo al frente de la Casa Blanca. Decenas de personas se congregaron frente a la reja de la vivienda presidencial para condenar el apoyo que brinda Washington al Estado de Israel.