El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no esperó que Estados Unidos hiciera pública la lista de invitados para decir que no iría a la Cumbre de las Américas por excluir naciones.
El Político
AMLO no se limitó al anuncio, sino que enderezó una dura crítica, en tono y con el dedo índice como si apuntara a un blanco, a senadores republicanos que no identificó, y al presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara alta, el demócrata Bob Menéndez. ¿De dónde la furia?.
Es difícil saber las razones por las que se levantó López Obrador por el lado equivocado de la cama. Desde hace casi dos semanas, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, le comunicó al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, que no esperara el presidente una respuesta de Biden, porque nunca llegaría, según publicó Raymundo Riva Palacio, en su columna "Estrictamente Personal" de El Financiero.
Trato de AMLO en México
Según Raymundo Riva Palacio, el jefe de la Casa Blanca ni siquiera se molestó en hablar con López Obrador, como sí lo hizo con otros presidentes latinoamericanos.
Su interlocución la redujeron al cuarto nivel de la administración, sabiendo, desde la semana pasada, que el mexicano boicotearía la cumbre.
El Presidente de México antepuso su amor idílico por Cuba –al único de los tres países excluidos que se refirió en la mañanera– por encima del pragmatismo.
Postura de AMLO
López Obrador dice que se trata de principios, pero los suyos son como el chicle, que se estiran según como quiere que se alargue quien lo está masticando.
La conclusión de casi un mes de berrinches de López Obrador no fue ninguna sorpresa. Se montó en el tema de la exclusión, aunque desde la Cumbre de las Américas de 2001 en Quebec, estaba claro que las dictaduras no serían invitadas a ese encuentro, como no lo sería ninguna nación que rompiera el orden democrático. Las excepciones que se hicieron en las dos últimas décadas fueron eso, excepciones.
Raymundo Riva Palacio ha referido las oportunidades que tuvo López Obrador para expresar directamente a Biden su inconformidad por la exclusión de esas tres naciones, y los mensajes públicos que dio el gobierno de Estados Unidos, sin que reparara en nada hasta la mañana siguiente de su regreso de un viaje rápido a La Habana, donde conversó con el presidente Miguel Díaz-Canel.