Luego de tres años se concretó la reanudación de los vuelos entre Venezuela y Colombia. El Boeing 737-400 de Turpial Airlines, con apenas 49 pasajeros, la mayoría funcionarios de la propia aerolínea, despegó del aeropuerto internacional de Maiquetía, "Simón Bolívar", rumbo a Bogotá. 1 hora 45 minutos después, aterrizaba en El Dorado.
Mario Beroes/El Político
La reanudación de los vuelos debió concretarse el pasado lunes 26 de septiembre, pero las sanciones impuestas por el Departamento del Tesoro a la línea de régimen venezolano, Conviasa, lo impidieron.
A la aerolínea estatal venezolana Conviasa se le había otorgado un permiso en septiembre para operar vuelos entre ambas naciones, pero las autoridades colombianas lo revocaron después de que el gobierno de Estados Unidos presentara una queja.
Estados Unidos impuso sanciones contra Conviasa en 2020, junto a decenas de funcionarios venezolanos acusados de cometer abusos a los derechos humanos.
Comenzó entonces, un proceso de negociaciones que llevó al final a que Turpial Airlines, aerolínea venezolana propiedad de un coronel retirado de la fuerza aérea venezolana y muy vinculado a la dictadura quedara seleccionada. Turpial apenas tiene tres aviones operativos, y no puede transportar más de 120 pasajeros.
Los vuelos sencillos para el viaje de 90 minutos entre Caracas y Bogotá se venden en la página web de Turpial a 240 dólares, un monto que es 12 veces el salario mínimo de Venezuela.
Y por Colombia: Satena.
La reapertura comercial entre Venezuela y Colombia ha sido lenta y, bastante tímida donde se ha logrado algo. De hecho, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha hecho público su malestar, preocupación y hasta algunas quejas por la lentitud y niveles de corrupción aún existentes para concretar dicha apertura.
El país vecino cuenta con varias aerolíneas comerciales que, en su momento, prestaban servicio comercial. Avianca tenía varios vuelos con conexiones. Pero no es ella sino la línea aérea del Estado colombiano Satena la que comenzará a operar desde Bogotá a Maiquetía.
Satena, propiedad de la fuerza aérea colombiana, operará el segundo vuelo entre los dos países, el cual está programado a despegar el miércoles desde el aeropuerto internacional de Bogotá. También es una línea aérea pequeña, con aviones de apenas 50 puestos.
El vuelo sencillo más económico en el portal de Satena tiene un costo de 300 dólares.
¿Y las otras aerolíneas cuándo?
La ruta aérea entre Venezuela y Colombia llegó a ser una de las de mayor tráfico, según datos del IAAIM, y junto a la de Estados Unidos, una de las más importantes. Sin embargo, la misma no ha contado con la voluntad política, del lado del régimen venezolano, para volver a ocupar dicho lugar.
Varias aerolíneas han presentado solicitudes para operar la ruta entre Bogotá y Caracas, incluyendo Latam, la aerolínea más grande de Latinoamérica, Avianca, y Wingo, una aerolínea de bajo costo propiedad de Copa Holdings.
Hasta el momento, sólo Turpial y Satena cuentan con el permiso de las autoridades de Venezuela para operar la ruta. Avior tiene deudas con varios aeropuertos en Colombia y Laser tampoco posee ni la capacidad ni la fuerza económica para volar entre ambas naciones.
Después de que a Conviasa se le negó el permiso para operar la ruta, las autoridades de Venezuela cancelaron el permiso que se la había otorgado a Wingo para iniciar con sus vuelos a partir de octubre.
Venezuela rompió relaciones diplomáticas con Colombia en 2019 después de los esfuerzos de su entonces gobierno conservador, con respaldo de Estados Unidos, para obligar al mandatario venezolano Nicolás Maduro a celebrar nuevas elecciones.